LISBOA, Portugal, ago. 21, 2009.- Los cinco muertos y los tres heridos por el desprendimiento de rocas ocurrido este viernes en la turística playa de María Luisa (Algarve) son portugueses, según afirmó a EFE el capitán de la Marina lusa Marqués Pereira.
Asimismo, el capitán confirmó que la búsqueda de otras posibles víctimas terminó a las nueve de la noche y descartó que más personas pudiesen estar enterradas bajo las rocas.
A falta de los últimos análisis a los fallecidos, el capitán indicó que "ninguno de ellos es, en principio, de nacionalidad extranjera".
Los muertos son un hombre de 60 años, dos mujeres, una de 37 y otra de unos 50, y otras dos menores de 25.
El desprendimiento de rocas, cuya causa se está investigando, se produjo en la playa María Luisa, enclavada en un acantilado en Albufeira, en la turística región del Algarve.
Varios testigos directos citados por medios estatales lusos describieron la escena como ensordecedora y añadieron que se levantó una nube de polvo en la que se escuchaba a personas gritando.
Esta playa es un lugar muy frecuentado por turistas y estaba "llena de gente", con casi un millar de bañistas a la hora del accidente, según los medios lusos.
El capitán Marques Pereira declaró que la situación del acantilado de la playa era "bastante frágil y existía riesgo de derrumbe, por lo que la Autoridad Marítima ya había colocado avisos sobre su peligrosidad en la playa".
Sin embargo, el primer ministro de Portugal, José Sócrates, que visitó el lugar del accidente, aseguró que "la situación en la que estaban los acantilados de la playa no había sido calificada de peligro inminente".
Sócrates añadió que algo ocurrió para desatar la tragedia, mientras que algunos expertos ya han apuntado que el terremoto de magnitud 4.1 en la escala de Ritcher que sufrió la región del Algarve el pasado martes podría haber causado el derrumbamiento.
El dirigente luso indicó que "este accidente se espera en cualquier sitio menos en la playa" y apuntó que acudiría al centro de salud de Albufeira y al Hospital de Faro para "transmitir a los familiares de las víctimas y de los heridos la consternación de todo el país".
Asimismo, el capitán confirmó que la búsqueda de otras posibles víctimas terminó a las nueve de la noche y descartó que más personas pudiesen estar enterradas bajo las rocas.
A falta de los últimos análisis a los fallecidos, el capitán indicó que "ninguno de ellos es, en principio, de nacionalidad extranjera".
Los muertos son un hombre de 60 años, dos mujeres, una de 37 y otra de unos 50, y otras dos menores de 25.
El desprendimiento de rocas, cuya causa se está investigando, se produjo en la playa María Luisa, enclavada en un acantilado en Albufeira, en la turística región del Algarve.
Varios testigos directos citados por medios estatales lusos describieron la escena como ensordecedora y añadieron que se levantó una nube de polvo en la que se escuchaba a personas gritando.
Esta playa es un lugar muy frecuentado por turistas y estaba "llena de gente", con casi un millar de bañistas a la hora del accidente, según los medios lusos.
El capitán Marques Pereira declaró que la situación del acantilado de la playa era "bastante frágil y existía riesgo de derrumbe, por lo que la Autoridad Marítima ya había colocado avisos sobre su peligrosidad en la playa".
Sin embargo, el primer ministro de Portugal, José Sócrates, que visitó el lugar del accidente, aseguró que "la situación en la que estaban los acantilados de la playa no había sido calificada de peligro inminente".
Sócrates añadió que algo ocurrió para desatar la tragedia, mientras que algunos expertos ya han apuntado que el terremoto de magnitud 4.1 en la escala de Ritcher que sufrió la región del Algarve el pasado martes podría haber causado el derrumbamiento.
El dirigente luso indicó que "este accidente se espera en cualquier sitio menos en la playa" y apuntó que acudiría al centro de salud de Albufeira y al Hospital de Faro para "transmitir a los familiares de las víctimas y de los heridos la consternación de todo el país".
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