
Notimex
LA HABANA, Cuba, mar. 5, 2009.- El vicepresidente Carlos Lage y el ex canciller Felipe Pérez Roque renunciaron a sus cargos en el gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC), el Consejo de Estado y el Parlamento, informó este jueves el diario oficial Granma.
En breves cartas publicadas este jueves, ambos ex funcionarios señalaron que asumen la responsabilidad por los "errores cometidos", consideran justas sus sanciones y ratifican su lealtad al PCC, a la Revolución y a los hermanos Fidel y Raúl Castro.
Ambos quedaron fuera del gabinete el pasado lunes por orden del presidente Raúl Castro, quién poco después de cumplir un año en el poder anunció de manera sorpresiva el remplazo de varias piezas clave del gobierno que le había "heredado" su hermano Fidel.
Ni Lage, quien había sido reemplazado el lunes como secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, ni Pérez Roque, cesado como canciller, precisaron cuáles fueron los errores cometidos que motivaron su caída.
Las misivas, dirigidas al general de ejército Raúl Castro, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, tienen fecha del 3 de marzo, un día después de la destitución de ambos.
Sin citarlos por sus nombres, el líder Fidel Castro, en un artículo de opinión publicado la víspera en la prensa, atribuyó a sus dos antiguos colaboradores "ambiciones que los condujeron a un papel indigno", sin dar más detalles.
"El enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos", apuntó en su reflexión en la que respaldó los cambios ordenados por su hermano, negó que en la profunda reestructuración ministerial se hayan sustituido "hombres de Fidel por hombres de Raúl" y dijo que fue consultado.
En la mayor reestructuración gubernamental en décadas, Raúl renovó el lunes su gabinete con nuevas figuras en posiciones estratégicas, fusionó cuatro ministerios y otorgó responsabilidades máximas a mujeres, jóvenes y militares.
Entre las decisiones más sorpresivas figuraron la sustitución de Pérez Roque, quien era ministro de Relaciones Exteriores desde 1999, y de Lage, remplazado como secretario ejecutivo del Consejo de Ministros, al que en ese momento se la conservó como vicepresidente del Consejo de Estado.
En la histórica proclama del 31 de julio de 2006, el líder cubano los incluyó en el septeto de dirigentes a los que delegó en forma provisional el poder tras caer enfermo, situación que lo llevó en febrero del año pasado a una renuncia definitiva a sus cargos.
En breves cartas publicadas este jueves, ambos ex funcionarios señalaron que asumen la responsabilidad por los "errores cometidos", consideran justas sus sanciones y ratifican su lealtad al PCC, a la Revolución y a los hermanos Fidel y Raúl Castro.
Ambos quedaron fuera del gabinete el pasado lunes por orden del presidente Raúl Castro, quién poco después de cumplir un año en el poder anunció de manera sorpresiva el remplazo de varias piezas clave del gobierno que le había "heredado" su hermano Fidel.
Ni Lage, quien había sido reemplazado el lunes como secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, ni Pérez Roque, cesado como canciller, precisaron cuáles fueron los errores cometidos que motivaron su caída.
Las misivas, dirigidas al general de ejército Raúl Castro, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, tienen fecha del 3 de marzo, un día después de la destitución de ambos.
Sin citarlos por sus nombres, el líder Fidel Castro, en un artículo de opinión publicado la víspera en la prensa, atribuyó a sus dos antiguos colaboradores "ambiciones que los condujeron a un papel indigno", sin dar más detalles.
"El enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos", apuntó en su reflexión en la que respaldó los cambios ordenados por su hermano, negó que en la profunda reestructuración ministerial se hayan sustituido "hombres de Fidel por hombres de Raúl" y dijo que fue consultado.
En la mayor reestructuración gubernamental en décadas, Raúl renovó el lunes su gabinete con nuevas figuras en posiciones estratégicas, fusionó cuatro ministerios y otorgó responsabilidades máximas a mujeres, jóvenes y militares.
Entre las decisiones más sorpresivas figuraron la sustitución de Pérez Roque, quien era ministro de Relaciones Exteriores desde 1999, y de Lage, remplazado como secretario ejecutivo del Consejo de Ministros, al que en ese momento se la conservó como vicepresidente del Consejo de Estado.
En la histórica proclama del 31 de julio de 2006, el líder cubano los incluyó en el septeto de dirigentes a los que delegó en forma provisional el poder tras caer enfermo, situación que lo llevó en febrero del año pasado a una renuncia definitiva a sus cargos.
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