BERLÍN, Alemania, oct. 31, 2009.- El ex presidente soviético Mijail Gorbachov (1989-1991), el ex canciller alemán Helmut Kohl (1982-1998) y el ex presidente de Estados Unidos, George Bush padre (1988-1992), se reencontraron este sábado en Berlín para conmemorar la caída del Muro, un acontecimiento estrechamente ligado a las tres personalidades.
"Nosotros tres participamos en el proceso que llevó a la caída del muro y a la unidad de Alemania. Pero los verdaderos héroes fueron otros", dijo Gorbachov.
Gorbachov en su intervención destacó que, aún antes de la caída del muro, se había dado un largo y difícil proceso de aproximación entre rusos y alemanes que fue preparando el terreno para los acontecimientos del 9 de noviembre de 1989.
"Después de todo lo que ocurrió en la II Guerra Mundial (1939-1945), muchos pudieron pensar que iba a ser imposible que rusos y alemanes se acercaran entre ellos. Fueron tiempos difíciles", dijo Gorbachov, que recordó como 30 millones de rusos habían muerto durante la conflagración.
"Ahora ya se ha inaugurado en Rusia el vigésimo cementerio de soldados alemanes caídos durante la guerra y, eso, es casi un milagro", dijo Gorbachov.
Luego, el ex mandatario soviético y premio Nobel de la Paz en 1990 recordó como las primeras aproximaciones se iniciaron ya, en plena Guerra Fría (1947-1991), con el primer canciller alemán de la postguerra, Konrad Adenauer (1949-1963), y sus visitas a Moscú para lograr el regreso de prisioneros de guerra a Alemania.
"Después vino Willy Brandt (1969-1974) y la política de distensión que prosiguió Helmut Schmidt (1974-1982). Ellos nos prepararon el terreno", dijo Gorbachov.
Sobre su relación de amistad personal con Kohl, que fue considerada clave para las conversaciones que allanaron el camino a la reunificación de Alemania, Gorbachov recordó que está no había sido buena desde el principio.
"Perdona, Helmut, pero tengo que decirlo. Nosotros no nos entendimos desde el comienzo", dijo Gorbachoy, a lo que Kohl respondió con una sonrisa y el público con una carcajada, recordando tal vez unas desafortunadas declaraciones de Kohl a comienzo de los 80.
En esas declaraciones, Kohl comparó a Gorbachov con el jerarca nazi Joseph Goebbels (1897-1945), de lo que posteriormente se arrepentiría, a lo que el líder soviético respondió en su momento que esperaba convencer al canciller de que estaba equivocado.
Kohl, por su parte, subrayó que George Bush padre y Mijail Gorbachov habían sido "un regalo para Alemania" en los momentos en que se empezó a abrir el camino hacia la reunificación.
Los dos apoyaron, según Kohl, el proceso de reunificación todavía en unos momentos en que otros países, especialmente Francia y el Reino Unido, no ocultaban su preferencia porque siguieran existiendo dos Estados alemanes.
"Los dos fueron un regalo del cielo para nosotros. La reunificación no cayó del cielo pero el cielo nos ayudó", dijo Kohl.
Gorbachov admitió, sin embargo, que a él lo había sorprendido la velocidad del proceso, y recordó como en una conferencia de prensa de verano del 89 había dicho que la reunificación alemana iba a ser un tema para el siglo XXI.
"Tres meses se habían sentado las bases para la reunificación con la caída del muro", dijo Gorbachov.
Bush, por su parte, subrayó que los acontecimientos que se celebran en estos días -la caída del Muro- no es algo que afecte solamente a Berlín, Moscú o Washington, sino que es un símbolo para todas partes del mundo en el que haya personas luchando porque se respeten sus derechos.
Las intervenciones de Gorbachov, Kohl y Bush estuvieron precedidas por un discurso del presidente alemán, Horst Kohler, quien pidió integrar a Rusia en la arquitectura de seguridad europea.
Kohler subrayó, además, la necesidad de seguir trabajando por la democracia y la libertad en el mundo para lo cual se requiere un trabajo de cooperación permanente.
"Hace veinte años muchos creyeron que el mundo se convertiría automáticamente en un gigantesco Occidente. Eso era ingenuo", dijo Kohler.
"Nosotros tres participamos en el proceso que llevó a la caída del muro y a la unidad de Alemania. Pero los verdaderos héroes fueron otros", dijo Gorbachov.
Gorbachov en su intervención destacó que, aún antes de la caída del muro, se había dado un largo y difícil proceso de aproximación entre rusos y alemanes que fue preparando el terreno para los acontecimientos del 9 de noviembre de 1989.
"Después de todo lo que ocurrió en la II Guerra Mundial (1939-1945), muchos pudieron pensar que iba a ser imposible que rusos y alemanes se acercaran entre ellos. Fueron tiempos difíciles", dijo Gorbachov, que recordó como 30 millones de rusos habían muerto durante la conflagración.
"Ahora ya se ha inaugurado en Rusia el vigésimo cementerio de soldados alemanes caídos durante la guerra y, eso, es casi un milagro", dijo Gorbachov.
Luego, el ex mandatario soviético y premio Nobel de la Paz en 1990 recordó como las primeras aproximaciones se iniciaron ya, en plena Guerra Fría (1947-1991), con el primer canciller alemán de la postguerra, Konrad Adenauer (1949-1963), y sus visitas a Moscú para lograr el regreso de prisioneros de guerra a Alemania.
"Después vino Willy Brandt (1969-1974) y la política de distensión que prosiguió Helmut Schmidt (1974-1982). Ellos nos prepararon el terreno", dijo Gorbachov.
Sobre su relación de amistad personal con Kohl, que fue considerada clave para las conversaciones que allanaron el camino a la reunificación de Alemania, Gorbachov recordó que está no había sido buena desde el principio.
"Perdona, Helmut, pero tengo que decirlo. Nosotros no nos entendimos desde el comienzo", dijo Gorbachoy, a lo que Kohl respondió con una sonrisa y el público con una carcajada, recordando tal vez unas desafortunadas declaraciones de Kohl a comienzo de los 80.
En esas declaraciones, Kohl comparó a Gorbachov con el jerarca nazi Joseph Goebbels (1897-1945), de lo que posteriormente se arrepentiría, a lo que el líder soviético respondió en su momento que esperaba convencer al canciller de que estaba equivocado.
Kohl, por su parte, subrayó que George Bush padre y Mijail Gorbachov habían sido "un regalo para Alemania" en los momentos en que se empezó a abrir el camino hacia la reunificación.
Los dos apoyaron, según Kohl, el proceso de reunificación todavía en unos momentos en que otros países, especialmente Francia y el Reino Unido, no ocultaban su preferencia porque siguieran existiendo dos Estados alemanes.
"Los dos fueron un regalo del cielo para nosotros. La reunificación no cayó del cielo pero el cielo nos ayudó", dijo Kohl.
Gorbachov admitió, sin embargo, que a él lo había sorprendido la velocidad del proceso, y recordó como en una conferencia de prensa de verano del 89 había dicho que la reunificación alemana iba a ser un tema para el siglo XXI.
"Tres meses se habían sentado las bases para la reunificación con la caída del muro", dijo Gorbachov.
Bush, por su parte, subrayó que los acontecimientos que se celebran en estos días -la caída del Muro- no es algo que afecte solamente a Berlín, Moscú o Washington, sino que es un símbolo para todas partes del mundo en el que haya personas luchando porque se respeten sus derechos.
Las intervenciones de Gorbachov, Kohl y Bush estuvieron precedidas por un discurso del presidente alemán, Horst Kohler, quien pidió integrar a Rusia en la arquitectura de seguridad europea.
Kohler subrayó, además, la necesidad de seguir trabajando por la democracia y la libertad en el mundo para lo cual se requiere un trabajo de cooperación permanente.
"Hace veinte años muchos creyeron que el mundo se convertiría automáticamente en un gigantesco Occidente. Eso era ingenuo", dijo Kohler.
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