WASHINGTON, Estados Unidos, nov. 20, 2009.- El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, pidió este viernes a los Gobiernos de Colombia y Venezuela que mantengan la "máxima prudencia" en la crisis que les enfrenta, y volvió a instar al diálogo como vía para resolver sus diferencias.
En un comunicado, expresó su preocupación por los incidentes ocurridos en las últimas horas en la frontera entre esos países, en referencia a la destrucción de dos puentes sobre el río Táchira por parte de uniformados venezolanos y la breve detención de un "importante político colombiano" por fuerzas militares venezolanas.
El ex ministro de Defensa y actual candidato del Partido Liberal Colombiano a la Presidencia, Rafael Pardo, fue detenido hoy por la Guardia Nacional de Venezuela en un puente fronterizo, trasladado a ese país y liberado poco después.
"Más allá de la intencionalidad de las acciones que se realizan, el incremento de la violencia contribuye a la inestabilidad de la región y crea la posibilidad de incidentes mayores", advirtió Insulza.
Por eso, llamó a Colombia y a Venezuela a mantener la máxima prudencia y recordó una vez más las propuestas de diálogo que él mismo y varios presidentes han hecho en los últimos días.
"La Cumbre de Países Amazónicos del día 26 de noviembre o la Cumbre Iberoamericana del día 29 constituyen instancias propicias para ese diálogo", recalcó.
Hoy, el embajador colombiano ante la OEA, Luis Alfonso Hoyos, entregó un informe en el que su Gobierno expresa su "preocupación" por los sucesos del jueves en la frontera común, cuando la Guardia Nacional venezolana destruyó dos puentes artesanales para peatones en una zona rural de Ragonvalia, en el departamento colombiano de Norte de Santander.
Según el Gobierno venezolano, los dos pasos fronterizos fueron destruidos para impedir el ingreso en su país de narcotraficantes.
Pero para el Gobierno colombiano, la voladura de los dos puentes fue "un acto de violación a la ley internacional, a la ley humanitaria", según el ministro de Defensa Gabriel Silva, quien añadió que fue "una agresión contra los civiles".
Este viernes, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, tildó de "muy grave" la voladura de los dos puentes, pero insistió en mantener el tono conciliador hacia el país vecino al afirmar que su Gobierno "no producirá gestos de guerra".
El pasado día 13, Hoyos también entregó a Insulza una protesta por las recientes "amenazas" bélicas de Venezuela, después de que el presidente venezolano, Hugo Chávez, pidiera a los militares y civiles venezolanos que se preparen "para la guerra" ante una eventual agresión que, en su opinión, podría gestarse desde Estados Unidos.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela atraviesan otro período de tensión derivado del convenio militar firmado entre Bogotá y Washington que prevé el uso de siete bases colombianas por fuerzas estadounidenses y que Chávez considera una "amenaza" para la seguridad regional.
En un comunicado, expresó su preocupación por los incidentes ocurridos en las últimas horas en la frontera entre esos países, en referencia a la destrucción de dos puentes sobre el río Táchira por parte de uniformados venezolanos y la breve detención de un "importante político colombiano" por fuerzas militares venezolanas.
El ex ministro de Defensa y actual candidato del Partido Liberal Colombiano a la Presidencia, Rafael Pardo, fue detenido hoy por la Guardia Nacional de Venezuela en un puente fronterizo, trasladado a ese país y liberado poco después.
"Más allá de la intencionalidad de las acciones que se realizan, el incremento de la violencia contribuye a la inestabilidad de la región y crea la posibilidad de incidentes mayores", advirtió Insulza.
Por eso, llamó a Colombia y a Venezuela a mantener la máxima prudencia y recordó una vez más las propuestas de diálogo que él mismo y varios presidentes han hecho en los últimos días.
"La Cumbre de Países Amazónicos del día 26 de noviembre o la Cumbre Iberoamericana del día 29 constituyen instancias propicias para ese diálogo", recalcó.
Hoy, el embajador colombiano ante la OEA, Luis Alfonso Hoyos, entregó un informe en el que su Gobierno expresa su "preocupación" por los sucesos del jueves en la frontera común, cuando la Guardia Nacional venezolana destruyó dos puentes artesanales para peatones en una zona rural de Ragonvalia, en el departamento colombiano de Norte de Santander.
Según el Gobierno venezolano, los dos pasos fronterizos fueron destruidos para impedir el ingreso en su país de narcotraficantes.
Pero para el Gobierno colombiano, la voladura de los dos puentes fue "un acto de violación a la ley internacional, a la ley humanitaria", según el ministro de Defensa Gabriel Silva, quien añadió que fue "una agresión contra los civiles".
Este viernes, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, tildó de "muy grave" la voladura de los dos puentes, pero insistió en mantener el tono conciliador hacia el país vecino al afirmar que su Gobierno "no producirá gestos de guerra".
El pasado día 13, Hoyos también entregó a Insulza una protesta por las recientes "amenazas" bélicas de Venezuela, después de que el presidente venezolano, Hugo Chávez, pidiera a los militares y civiles venezolanos que se preparen "para la guerra" ante una eventual agresión que, en su opinión, podría gestarse desde Estados Unidos.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela atraviesan otro período de tensión derivado del convenio militar firmado entre Bogotá y Washington que prevé el uso de siete bases colombianas por fuerzas estadounidenses y que Chávez considera una "amenaza" para la seguridad regional.
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