MANILA, Filipinas, nov 26, 2009.- El principal sospechoso de haber planeado y ejecutado la masacre de 57 personas en el sur de Filipinas se rindió hoy a la Policía, anunció el jefe del cuerpo, el general Jesús Verzosa.
Andal Ampatuan, hijo del gobernador del mismo nombre e integrante de un poderoso clan, se rindió al asesor presidencial Jesús Dureza en Shariff Aguak, la capital de la provincia de Maguindanao, horas después de que fueran detenidos al menos 20 personas de su grupo en relación al crimen.
"Me he entregado para probar que no me ocultaba y que no soy culpable", dijo el sospechoso a la cadena de televisión GMA.
Ampatuan hijo, que llevaba cubierta la cabeza con un pañuelo palestino, fue trasladado en helicóptero desde Shariff Aguak a la ciudad de General Santos para ser puesto bajo la custodia de la ministra filipina de Justicia, Agnes Devanadera.
El titular filipino del Interior, Ronaldo Puno, confirmó a los periodistas que posteriormente se trasladará al sospechoso a Manila, y negó que hubiese recibido ningún trato de favor por parte del Estado el clan Ampatuan, un firme aliado político de la presidenta del país, Gloria Macapagal Arroyo.
Puno también confirmó que se había desarmado a unas 300 milicianos vinculados a esta familia, al tiempo que los cuerpos de seguridad tomaban el control de las alcaldías de Shariff Aguak y la población de Ampatuan (con el mismo nombre que el clan).
Las autoridades también han llamado para ser interrogados a seis policías de Maguindanao e investigan a otros 20 por su presunta implicación en el crimen.
El presunto jefe de la matanza y dos de sus hermanos fueron expulsados ayer del partido gobernante Lakas-Kampi, de la presidenta Macapagal Arroyo.
Ampatuan hijo, alcalde del municipio de Datu Unsay, está acusado de haber capitaneado a los pistoleros que cometieron los asesinatos el lunes pasado.
Las fuerzas de seguridad han tardado cuatro días en llevar a cabo las primeras detenciones, pese a que desde el primer momento los Ampatuan aparecían como los principales sospechosos.
Cien hombres armados secuestraron a unos 60 civiles que iban a presentar la candidatura a gobernador provincial de Ismail Mangudadatu, quien le quiere disputar el puesto a Ampatuan, un poderoso "datu" o jefe tribal musulmán temido en todo el sur de la isla de Mindanao.
Los pistoleros marcharon hacia las montañas y los militares que salieron en su persecución empezaron a encontrar fosas comunes con los cadáveres, algunos decapitados o mutilados.
Varios de los cadáveres de mujeres presentaban signos de haber sido violadas y entre los muertos figuran 24 periodistas locales, varios abogados de derechos humanos y la esposa y dos hermanas de Mangudadatu, cuya familia controla la vecina provincia de Sultán Kudarat.
Andal Ampatuan, hijo del gobernador del mismo nombre e integrante de un poderoso clan, se rindió al asesor presidencial Jesús Dureza en Shariff Aguak, la capital de la provincia de Maguindanao, horas después de que fueran detenidos al menos 20 personas de su grupo en relación al crimen.
"Me he entregado para probar que no me ocultaba y que no soy culpable", dijo el sospechoso a la cadena de televisión GMA.
Ampatuan hijo, que llevaba cubierta la cabeza con un pañuelo palestino, fue trasladado en helicóptero desde Shariff Aguak a la ciudad de General Santos para ser puesto bajo la custodia de la ministra filipina de Justicia, Agnes Devanadera.
El titular filipino del Interior, Ronaldo Puno, confirmó a los periodistas que posteriormente se trasladará al sospechoso a Manila, y negó que hubiese recibido ningún trato de favor por parte del Estado el clan Ampatuan, un firme aliado político de la presidenta del país, Gloria Macapagal Arroyo.
Puno también confirmó que se había desarmado a unas 300 milicianos vinculados a esta familia, al tiempo que los cuerpos de seguridad tomaban el control de las alcaldías de Shariff Aguak y la población de Ampatuan (con el mismo nombre que el clan).
Las autoridades también han llamado para ser interrogados a seis policías de Maguindanao e investigan a otros 20 por su presunta implicación en el crimen.
El presunto jefe de la matanza y dos de sus hermanos fueron expulsados ayer del partido gobernante Lakas-Kampi, de la presidenta Macapagal Arroyo.
Ampatuan hijo, alcalde del municipio de Datu Unsay, está acusado de haber capitaneado a los pistoleros que cometieron los asesinatos el lunes pasado.
Las fuerzas de seguridad han tardado cuatro días en llevar a cabo las primeras detenciones, pese a que desde el primer momento los Ampatuan aparecían como los principales sospechosos.
Cien hombres armados secuestraron a unos 60 civiles que iban a presentar la candidatura a gobernador provincial de Ismail Mangudadatu, quien le quiere disputar el puesto a Ampatuan, un poderoso "datu" o jefe tribal musulmán temido en todo el sur de la isla de Mindanao.
Los pistoleros marcharon hacia las montañas y los militares que salieron en su persecución empezaron a encontrar fosas comunes con los cadáveres, algunos decapitados o mutilados.
Varios de los cadáveres de mujeres presentaban signos de haber sido violadas y entre los muertos figuran 24 periodistas locales, varios abogados de derechos humanos y la esposa y dos hermanas de Mangudadatu, cuya familia controla la vecina provincia de Sultán Kudarat.
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