LONDRES, Inglaterra, jun. 21, 2009.- El presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, pidió este domingo a Estados Unidos y Reino Unido dejar de interferir en los asuntos internos de Irán, "donde han fomentado las protestas" tras los comicios presidenciales del pasado 12 de junio.
"Quieren minimizar la grandeza que ha logrado el pueblo iraní dentro y fuera del país, tras las elecciones presidenciales", dijo Ahmadinejad, citado por la agencia estudiantil de noticias Isna.
"Con estas opiniones prematuras os saldréis con toda seguridad del círculo de los amigos de Irán, así que os aconsejo enmendar vuestra postura intervencionista", advirtió.
Según el mandatario, Estados Unidos y Reino Unido no conocen al pueblo iraní y se equivocan al enjuiciar "estos acontecimientos que elevan aún más la importancia de la República Islámica de Irán".
"Los enemigos no están conscientes de que 70 millones de iraníes están contra la interferencia extranjera y contra la arrogancia", indicó.
La exigencia de Ahmadineyad a Estados Unidos y Reino Unido coincide con las declaraciones del canciller iraní Manucher Motaki, quien también acusó a Reino Unido, Alemania y Francia de interferir en los asuntos internos de Irán a través de los comicios presidenciales.
En un discurso a diplomáticos extranjeros divulgado a través de la televisión nacional, Motaki denunció que esos tres países han hecho declaraciones irresponsables, por lo que deben pensar dos veces antes de cuestionar el proceso democrático de los recientes comicios.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, quien ha negado el fraude y respaldado la reelección de Ahmadineyad, acusó el viernes pasado a las potencias extranjeras de causar los disturbios originados desde que fueron anunciados los resultados electorales.
En un inusual sermón en la mezquita de la Universidad de Teherán, el ayatolá Jamenei aseguró que no ha habido fraude y que la victoria corresponde a Ahmadineyad, con quien comparte ideas sobre el futuro del país.
La campaña contra Occidente además se dirige contra la prensa, pues Jamenei acusó a los medios internacionales de interferir en los asuntos internos de Irán.
El vocero del Ministerio iraní de Exteriores, Hasan Qashqavi, también acusó este domingo a los medios de comunicación británicos y estadunidenses de fomentar los disturbios y las protestas postelectorales.
En tanto, el presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyani, ha denunciado que el Consejo de Guardianes, órgano encargado de validar el resultado electoral, no es neutral y que se debe respetar la opinión de aquellos que creen que las elecciones no han sido limpias.
En una clara y abierta crítica al gobierno y en cierta manera al ayatolá Jamenei, Lariyani también criticó la falta de neutralidad de la televisión estatal iraní.
"Quieren minimizar la grandeza que ha logrado el pueblo iraní dentro y fuera del país, tras las elecciones presidenciales", dijo Ahmadinejad, citado por la agencia estudiantil de noticias Isna.
"Con estas opiniones prematuras os saldréis con toda seguridad del círculo de los amigos de Irán, así que os aconsejo enmendar vuestra postura intervencionista", advirtió.
Según el mandatario, Estados Unidos y Reino Unido no conocen al pueblo iraní y se equivocan al enjuiciar "estos acontecimientos que elevan aún más la importancia de la República Islámica de Irán".
"Los enemigos no están conscientes de que 70 millones de iraníes están contra la interferencia extranjera y contra la arrogancia", indicó.
La exigencia de Ahmadineyad a Estados Unidos y Reino Unido coincide con las declaraciones del canciller iraní Manucher Motaki, quien también acusó a Reino Unido, Alemania y Francia de interferir en los asuntos internos de Irán a través de los comicios presidenciales.
En un discurso a diplomáticos extranjeros divulgado a través de la televisión nacional, Motaki denunció que esos tres países han hecho declaraciones irresponsables, por lo que deben pensar dos veces antes de cuestionar el proceso democrático de los recientes comicios.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, quien ha negado el fraude y respaldado la reelección de Ahmadineyad, acusó el viernes pasado a las potencias extranjeras de causar los disturbios originados desde que fueron anunciados los resultados electorales.
En un inusual sermón en la mezquita de la Universidad de Teherán, el ayatolá Jamenei aseguró que no ha habido fraude y que la victoria corresponde a Ahmadineyad, con quien comparte ideas sobre el futuro del país.
La campaña contra Occidente además se dirige contra la prensa, pues Jamenei acusó a los medios internacionales de interferir en los asuntos internos de Irán.
El vocero del Ministerio iraní de Exteriores, Hasan Qashqavi, también acusó este domingo a los medios de comunicación británicos y estadunidenses de fomentar los disturbios y las protestas postelectorales.
En tanto, el presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyani, ha denunciado que el Consejo de Guardianes, órgano encargado de validar el resultado electoral, no es neutral y que se debe respetar la opinión de aquellos que creen que las elecciones no han sido limpias.
En una clara y abierta crítica al gobierno y en cierta manera al ayatolá Jamenei, Lariyani también criticó la falta de neutralidad de la televisión estatal iraní.
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