SAN JOSÉ, Costa Rica, jun. 19, 2009.- Las autoridades de Costa Rica detuvieron este viernes a tres sospechosos de integrar una banda que enviaba cocaína a México dentro de tiburones congelados, un caso que salió a la luz esta semana con el decomiso de 893 kilos de esa droga en un puerto mexicano.
El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica, Jorge Rojas, declaró hoy en una conferencia de prensa que la banda de narcotraficantes estaba integrada por "nacionales y extranjeros", y operaba en la provincia de Puntarenas, en la costa del Pacífico costarricense.
Desde 2007, la banda envió a México "varios cargamentos" de droga, dijo Rojas, quien aseguró que la investigación fue abierta en febrero pasado, pero que no se habían hecho detenciones ni allanamientos porque no se tenían pruebas contundentes contra todos los involucrados.
Rojas dijo que la idea era atrapar a todos los integrantes de la banda y aseguró que el decomiso en México "no afectó" las investigaciones en Costa Rica.
En la operación, las autoridades lograron la captura de tres costarricenses: un hombre de apellido Jiménez, otro Ceciliano y una mujer también de apellido Ceciliano, hermana del anterior.
Rojas no precisó el número de personas que integraban la banda, pero fuentes judiciales informaron a la prensa local que se busca a dos mexicanos, uno de apellido Pozos y otro solamente identificado con el nombre de Jorge, quienes, al parecer, lideraban la organización en Puntarenas.
"Alguno puede estar fuera del país", comentó escuetamente Rojas.
El hombre de apellido Ceciliano, capturado hoy en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, el principal de Costa Rica, momentos antes de que tomara un vuelo hacia Quito, figura como dueño de las embarcaciones que desde Ecuador traían el pescado a un muelle en Puntarenas, donde eran rellenados con cocaína para luego ser enviados a México.
Rojas, quien no dio detalles de los otros detenidos ni de la procedencia de la droga, lamentó que Costa Rica no tenga controles suficientes en puertos, aeropuertos y fronteras para evitar estos envíos de droga.
"Evidentemente hay mucho descontrol. Costa Rica necesita poner mucha atención al tema", subrayó.
Las autoridades continúan sus investigaciones para capturar a más sospechosos.
El cargamento de droga oculto en los tiburones se descubrió el pasado martes en Puerto Progreso, en Yucatán, al sureste de México, luego de una revisión con rayos X de varios contenedores, que llegaron en un barco cargado en Costa Rica.
Al abrir uno de los tiburones enteros congelados, los miembros de la Marina localizaron bolsas de plástico negras que contenían paquetes rectangulares y en su interior cocaína.
El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica, Jorge Rojas, declaró hoy en una conferencia de prensa que la banda de narcotraficantes estaba integrada por "nacionales y extranjeros", y operaba en la provincia de Puntarenas, en la costa del Pacífico costarricense.
Desde 2007, la banda envió a México "varios cargamentos" de droga, dijo Rojas, quien aseguró que la investigación fue abierta en febrero pasado, pero que no se habían hecho detenciones ni allanamientos porque no se tenían pruebas contundentes contra todos los involucrados.
Rojas dijo que la idea era atrapar a todos los integrantes de la banda y aseguró que el decomiso en México "no afectó" las investigaciones en Costa Rica.
En la operación, las autoridades lograron la captura de tres costarricenses: un hombre de apellido Jiménez, otro Ceciliano y una mujer también de apellido Ceciliano, hermana del anterior.
Rojas no precisó el número de personas que integraban la banda, pero fuentes judiciales informaron a la prensa local que se busca a dos mexicanos, uno de apellido Pozos y otro solamente identificado con el nombre de Jorge, quienes, al parecer, lideraban la organización en Puntarenas.
"Alguno puede estar fuera del país", comentó escuetamente Rojas.
El hombre de apellido Ceciliano, capturado hoy en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, el principal de Costa Rica, momentos antes de que tomara un vuelo hacia Quito, figura como dueño de las embarcaciones que desde Ecuador traían el pescado a un muelle en Puntarenas, donde eran rellenados con cocaína para luego ser enviados a México.
Rojas, quien no dio detalles de los otros detenidos ni de la procedencia de la droga, lamentó que Costa Rica no tenga controles suficientes en puertos, aeropuertos y fronteras para evitar estos envíos de droga.
"Evidentemente hay mucho descontrol. Costa Rica necesita poner mucha atención al tema", subrayó.
Las autoridades continúan sus investigaciones para capturar a más sospechosos.
El cargamento de droga oculto en los tiburones se descubrió el pasado martes en Puerto Progreso, en Yucatán, al sureste de México, luego de una revisión con rayos X de varios contenedores, que llegaron en un barco cargado en Costa Rica.
Al abrir uno de los tiburones enteros congelados, los miembros de la Marina localizaron bolsas de plástico negras que contenían paquetes rectangulares y en su interior cocaína.
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