TOKIO, Japón, jun. 10, 2009.- El Parlamento nipón dio hoy luz verde a la adhesión de Japón al tratado internacional que prohíbe el uso y el almacenamiento de bombas de racimo, informó hoy la agencia local de noticias Kyodo.
La Convención sobre las Municiones de Racimo que se firmó en Oslo en diciembre de 2008 entrará en vigor cuando sea ratificada por 30 países en todo el mundo.
La Cámara Alta de la Dieta (Parlamento) aprobó por unanimidad la propuesta para que Japón inicie el camino para ratificar el tratado, aunque miembros de Defensa creen que la prohibición reducirá las capacidades de autodefensa del país asiático, según Kyodo.
En contrapartida, el Gobierno nipón ha destinado seis millones de yenes (61.124 dólares ó 43.860 euros) para la adquisición de misiles guiados y proyectiles de una sola cabeza explosiva más precisos.
Del mismo modo, Japón ha presupuestado 200 millones de yenes para la eliminación de las bombas de racimo que actualmente posee en los arsenales de las fuerzas aéreas y terrestres.
Ahora, el Parlamento debe aprobar una ley que haga efectiva la prohibición de uso y producción de las bombas de racimo, lo que previsiblemente sucederá antes de septiembre, para continuación enviar a las Naciones Unidas su propuesta de ratificación del tratado.
Hasta el momento ocho países, entre los que figuran México, Irlanda o Noruega, han ratificado el texto firmado en Oslo, mientras que otros como España son signatarios.
Los firmantes de este acuerdo se comprometen a dejar de utilizar bombas de racimo de forma inmediata y deshacerse de todas las que tengan almacenadas en un periodo máximo de ocho años.
El acuerdo exige además a los Gobiernos de los países que lo ratifiquen que proporcionen los cuidados necesarios a las víctimas y a que limpien todos los terrenos en los que pudiera haber algún rastro de este tipo de bombas.
El documento fue adoptado el 3 de diciembre de 2008 en Oslo y prohíbe la producción, distribución y uso de las bombas de racimo, compuestas por decenas de "submuniciones" que no explotan en su totalidad al caer a tierra, lo que convierte a las no activadas en minas contrapersonal.
La Convención sobre las Municiones de Racimo que se firmó en Oslo en diciembre de 2008 entrará en vigor cuando sea ratificada por 30 países en todo el mundo.
La Cámara Alta de la Dieta (Parlamento) aprobó por unanimidad la propuesta para que Japón inicie el camino para ratificar el tratado, aunque miembros de Defensa creen que la prohibición reducirá las capacidades de autodefensa del país asiático, según Kyodo.
En contrapartida, el Gobierno nipón ha destinado seis millones de yenes (61.124 dólares ó 43.860 euros) para la adquisición de misiles guiados y proyectiles de una sola cabeza explosiva más precisos.
Del mismo modo, Japón ha presupuestado 200 millones de yenes para la eliminación de las bombas de racimo que actualmente posee en los arsenales de las fuerzas aéreas y terrestres.
Ahora, el Parlamento debe aprobar una ley que haga efectiva la prohibición de uso y producción de las bombas de racimo, lo que previsiblemente sucederá antes de septiembre, para continuación enviar a las Naciones Unidas su propuesta de ratificación del tratado.
Hasta el momento ocho países, entre los que figuran México, Irlanda o Noruega, han ratificado el texto firmado en Oslo, mientras que otros como España son signatarios.
Los firmantes de este acuerdo se comprometen a dejar de utilizar bombas de racimo de forma inmediata y deshacerse de todas las que tengan almacenadas en un periodo máximo de ocho años.
El acuerdo exige además a los Gobiernos de los países que lo ratifiquen que proporcionen los cuidados necesarios a las víctimas y a que limpien todos los terrenos en los que pudiera haber algún rastro de este tipo de bombas.
El documento fue adoptado el 3 de diciembre de 2008 en Oslo y prohíbe la producción, distribución y uso de las bombas de racimo, compuestas por decenas de "submuniciones" que no explotan en su totalidad al caer a tierra, lo que convierte a las no activadas en minas contrapersonal.
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