WASHINGTON, Estados Unidos, jun. 23, 2009.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se declaró este martes "escandalizado" por la represión contra los manifestantes en Irán y expresó su condena "enérgica" de las acciones "injustas" contra ellos.
"Estados Unidos y la comunidad internacional están consternados y escandalizados por las amenazas, palizas y encarcelamientos de los últimos días", dijo Obama en una rueda de prensa en la Casa Blanca, su primera en solitario desde hace casi dos meses.
"Condeno enérgicamente estas acciones injustas", afirmó el presidente, que ha sido criticado en Estados Unidos por no adoptar una posición más dura frente al régimen iraní.En una declaración con la que inició la rueda de prensa, Obama emitió las palabras más enérgicas hasta ahora sobre la crisis en Irán.
El presidente acusó a miembros del Gobierno iraní de acusar a Estados Unidos de instigar las protestas sobre el resultado de las elecciones como una forma de evitar el debate sobre el futuro del país."Estas acusaciones son claramente falsas y absurdas.
Son un intento obvio de distraer a la gente sobre lo que está pasando de verdad dentro de las fronteras de Irán", dijo Obama."El pueblo iraní tiene el derecho universal de reunión y de libre expresión", afirmó el presidente.
"Si el Gobierno iraní quiere el respeto de la comunidad internacional, debe respetar esos derechos y prestar atención a la voluntad de su propio pueblo", añadió.Los manifestantes ponen en duda el resultado de las elecciones, que según la versión oficial dieron una victoria clara al actual presidente, Mahmud Ahmadinejad.Hasta ahora, las protestas y enfrentamientos se han cobrado la vida de al menos una veintena de personas, según las cifras oficiales.
El Consejo de Guardianes, el órgano que debe validar las elecciones, descartó anular los comicios, pese a que reconoció que hubo irregularidades en cincuenta ciudades.En la rueda de prensa, Obama defendió la postura que ha mantenido hasta ahora, de no involucrar a Estados Unidos en el movimiento interno que se ha generado en Irán.
"Lo más importante es que el Gobierno de Teherán se dé cuenta de si cuenta con la legitimidad suficiente a ojos de sus propios ciudadanos, no a ojos de Estados Unidos", dijo."El Gobierno de Irán debe reconocer que hay un camino pacífico para resolver lo que está ocurriendo estos días. Esperemos que lo tome", indicó.
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