TEGUCIGALPA, Honduras, jun. 25, 2009.- El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, destituyó este jueves al jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez, y aceptó la renuncia del secretario de Defensa, Ángel Edmundo Orellana.
El anuncio lo hizo Zelaya en cadena nacional de radio y televisión, sin precisar mayores detalles sobre la separación de Vásquez y la renuncia de Orellana, quien además ha sido secretario de Relaciones Exteriores y de Gobernación durante la actual administración que asumió el 27 de enero de 2006.
La situación ha provocado incertidumbre entre los hondureños, aunque en la capital hondureña existe una aparente calma en las calles.
El gobernante indicó en un comunicado leído por él mismo, que su decisión obedece a "la crisis generada por algunos sectores que han promovido la desestabilización y el caos con el fin de causar serios problemas a la institucionalidad democrática de Honduras".
Esos mismos sectores, añadió Zelaya, también causan problema "al orden constitucional y al ejercicio del poder legalmente constituido".
El presidente también informó desde su despacho que para mañana ha convocado en la Casa Presidencial "a los diferentes sectores del país que quieran acompañarnos y al pueblo para tomar decisiones en pro del desarrollo y de la democracia hondureña".
"Nosotros, los que realmente amamos Honduras no podemos permitir que la democracia hondureña siga siendo de unos pocos, debemos luchar infatigablemente, sin tregua, por lograr la transformación de una democracia superior que nos hemos propuesto", expresó Zelaya.
La crisis política que vive Honduras comenzó con una iniciativa de Zelaya para reformar la Constitución a partir de 2010, para lo que promueve una Asamblea Nacional Constituyente, lo que varios sectores sociales rechazan porque consideran que el presidente busca el continuismo.
Zelaya compareció en cadena de radio y televisión acompañado de representantes de sectores que apoyan su iniciativa, que incluye una "consulta popular" para el próximo domingo.
En esa consulta, se preguntará a los hondureños si apoyan o no la instalación de una urna paralela a las tres de las elecciones generales del 29 de noviembre, a favor de la Asamblea Nacional Constituyente.
Zelaya ha reiterado que su cumplirá su mandato hasta el 27 de enero de 2010, y que aunque no busca el continuismo, podría regresar al poder si esa fuera la voluntad popular, una vez reformada la actual carta magna, que data de 1982, que no permite la alternancia en el poder bajo ninguna forma.
La separación del jefe del Estado Mayor Conjunto y la renuncia del secretario de Defensa, se produjo un día después de que el Parlamento emitiese una ley que dejaría sin efecto la consulta del próximo domingo, la que "se mantiene firme", según lo ha reiterado el propio gobernante.
La consulta es ilegal, según resoluciones de otros organismos del Estado, entre ellos el Parlamento, el Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia.
El anuncio lo hizo Zelaya en cadena nacional de radio y televisión, sin precisar mayores detalles sobre la separación de Vásquez y la renuncia de Orellana, quien además ha sido secretario de Relaciones Exteriores y de Gobernación durante la actual administración que asumió el 27 de enero de 2006.
La situación ha provocado incertidumbre entre los hondureños, aunque en la capital hondureña existe una aparente calma en las calles.
El gobernante indicó en un comunicado leído por él mismo, que su decisión obedece a "la crisis generada por algunos sectores que han promovido la desestabilización y el caos con el fin de causar serios problemas a la institucionalidad democrática de Honduras".
Esos mismos sectores, añadió Zelaya, también causan problema "al orden constitucional y al ejercicio del poder legalmente constituido".
El presidente también informó desde su despacho que para mañana ha convocado en la Casa Presidencial "a los diferentes sectores del país que quieran acompañarnos y al pueblo para tomar decisiones en pro del desarrollo y de la democracia hondureña".
"Nosotros, los que realmente amamos Honduras no podemos permitir que la democracia hondureña siga siendo de unos pocos, debemos luchar infatigablemente, sin tregua, por lograr la transformación de una democracia superior que nos hemos propuesto", expresó Zelaya.
La crisis política que vive Honduras comenzó con una iniciativa de Zelaya para reformar la Constitución a partir de 2010, para lo que promueve una Asamblea Nacional Constituyente, lo que varios sectores sociales rechazan porque consideran que el presidente busca el continuismo.
Zelaya compareció en cadena de radio y televisión acompañado de representantes de sectores que apoyan su iniciativa, que incluye una "consulta popular" para el próximo domingo.
En esa consulta, se preguntará a los hondureños si apoyan o no la instalación de una urna paralela a las tres de las elecciones generales del 29 de noviembre, a favor de la Asamblea Nacional Constituyente.
Zelaya ha reiterado que su cumplirá su mandato hasta el 27 de enero de 2010, y que aunque no busca el continuismo, podría regresar al poder si esa fuera la voluntad popular, una vez reformada la actual carta magna, que data de 1982, que no permite la alternancia en el poder bajo ninguna forma.
La separación del jefe del Estado Mayor Conjunto y la renuncia del secretario de Defensa, se produjo un día después de que el Parlamento emitiese una ley que dejaría sin efecto la consulta del próximo domingo, la que "se mantiene firme", según lo ha reiterado el propio gobernante.
La consulta es ilegal, según resoluciones de otros organismos del Estado, entre ellos el Parlamento, el Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia.
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