jueves, 14 de abril de 2011

Abogan en El Cairo por un alto al fuego en Libia

UNIVERSAL

La comunidad internacional coincidió en que debe terminar el 'derramamiento de sangre' y en la necesidad de brindar ayuda humanitaria al país.


Los dirigentes de la ONU, Unión Europea, Liga Árabe, Unión Africana y la Organización para la Conferencia Islámica subrayaron hoy en El Cairo la necesidad de alcanzar un alto el fuego en Libia y comenzar un proceso de diálogo.

"Estamos preocupados por la escalada de violencia y las víctimas civiles" en Libia, dijo el secretario general de La ONU, Ban Ki-moon, que presidió la reunión celebrada en la sede de la Liga Árabe, en el centro de la capital egipcia.

Asimismo, las cinco instituciones destacaron la importancia de la reunión de hoy para acabar con el "derramamiento de sangre" a Libia y permitir la asistencia humanitaria que la Unión Europea se comprometió a asumir en caso de que la ONU así se lo pida.

"El régimen libio ha perdido su legitimidad", aseguró la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, que subrayó que "se debe terminar con la violencia contra los ciudadanos y respetar los derechos humanos".

Ashton también resumió las prioridades de la comunidad internacional en el cese del fuego, la protección de los civiles, la ayuda humanitarias y una transición política hacia la democracia dirigida por el pueblo libio.

Antes de la reunión, varias de decenas de libios defensores del líder Muammar Gaddafi se manifestaron a las puertas de la sede de la Liga Árabe al grito de "Allah, Muammar, Libia y Ya".



No obstante, otro grupo formado también por varias decenas de antigaddafistas llegaron al lugar portando banderas rebeldes y tomaron el lugar que estos ocupaban después de un breve enfrentamiento en el que se llegaron a lanzarse piedras.

Además de Ashton y Ban, a la reunión, que fue calificada sin excepción de muy útil por los participantes, estuvieron presentes el secretario general de la Organización para la Conferencia Islámica, Oglo Ekmeledin Hasan Oglo, y el presidente de la comisión de la Unión Africana, Jean Ping.

El pasado 17 de febrero estalló una protesta popular en la ciudad liba de Bengasi, la segunda del país, que se extendió por todo el este del país y numerosas localidades, donde no acabó de prender.

Las protestas civiles se tornaron poco después en una insurrección armada cuando los ciudadanos se hicieron con las armas abandonadas en los cuarteles por las fuerzas armadas de Gaddafi que pronto pasaron a la contraofensiva.

Desde entonces rebeldes y gaddafistas se enfrentan por el control del país en un conflicto armado en el que ha intervenido la comunidad internacional para imponer un espacio de exclusión aérea para proteger a los civiles.

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