sábado, 30 de abril de 2011

Asesinan a ex agente de la dictadura chilena

UNIVERSAL




BUENOS AIRES.— El espía chileno Enrique Arancibia Clavel, quien perpetró el atentado en el que murieron el general Carlos Prats y su esposa Lucía Chrutbert en 1974, fue asesinado en su departamento del centro de Buenos Aires, según informó la Policía Federal, lo que impactó al gobierno de Chile y a la misma familia Prats.

El cuerpo sin vida de Arancibia Clavel fue encontrado el jueves por un joven de 21 años que aseguró ser su pareja en el departamento que el espía ocupaba en la calle Lavalle de esta ciudad, con 34 puñaladas, según lo que informaron fuentes judiciales consultadas por EL UNIVERSAL.

Faltaban 30 mil pesos (8 mil dólares) que Arancibia tenía, según su supuesta pareja, por lo que los investigadores no descartan la hipótesis de una asalto con conclusión violenta. Pero tampoco descartan que se haya tratado de un crimen pasional.

Arancibia Clavel fue condenado por la Justicia argentina en el año 2000, después de ser detenido en 1996 como autor material del crimen de Prats, quien fuera jefe del ejército chileno durante el gobierno de Salvador Allende (1971-1973), y su esposa, que se exiliaron en Buenos Aires tras el golpe encabezado por el general Augusto Pinochet.

Pero gracias a una polémica interpretación de la ley de condenas, conocida como “el dos por uno” (se computan dos días por cada uno de prisión efectiva), el represor y ex agente de la temida policía política de la dictadura chilena, DINA recobró la libertad en 2009.

Arancibia había sido enviado por el director de la DINA, el coronel Manuel Contreras a “terminar con Prats” y cumplió el cometido en septiembre de 1974, cuando colocó una bomba debajo del auto del matrimonio, que falleció en el acto.

Además de estar involucrado en el caso Prats, Arancibia Clavel también fue detenido acusado de espionaje en 1978, cuando Argentina y Chile estuvieron a punto de entrar en una guerra por el Canal de Beagle, enfrentamiento que fue evitado por la mediación del Vaticano.

En 2004 fue condenado nuevamente tras ser encontrado culpable de torturar a dos jóvenes chilenas exiliadas en Argentina en 1977.

Una de las hipótesis que analizan los investigadores es que el crimen se habría dado en el marco de un conflicto laboral y pasional que Arancibia Clavel habría tenido con alguno de los cuatro choferes a los que les alquilaba taxis de su propiedad.

“Alguien que lo conocía”

“El asesino era alguien que (la víctima) conocía porque le abrió la puerta, ya que no estaba forzada”, explicó un investigador. “Lo acuchillaron con mucha saña y había sangre en todo el departamento; hay que descartar, por ahora, cualquier móvil político”, expresaron las fuentes.

Cecilia Prats, hija del general de mayor confianza de Allende, dijo estar “impactada” por el crimen y prefirió “no hablar”.

El ministro de Interior chileno, Rodrigo Hinzpeter, desde Valparaiso, a pesar de mostrarse “conmovido” por este crimen, adelantó que la cancillería, a través de la Embajada chilena en Buenos Aires, solicitó al gobierno argentino todos los antecedentes para evaluar y tomar las medidas necesarias.

“El señor Arancibia Clavel fue condenado por participar en un crimen estremecedor y doloroso para el país, pero naturalmente, el asesinato del que fue víctima en Argentina nos conmueve por ser un crimen de esa naturaleza”, acotó Hinzpeter.

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