GRAND ISLE, Louisiana (CNN) — La reja estaba abierta, así que manejé por el camino de tierra sin detenerme. A unos cientos de metros pasando la reja, apareció una nube de polvo. Bajé la velocidad, giré a la derecha y me detuve. Una camioneta Ford blanca bloqueaba el camino a la Isla de Elmer.
Un guardia de seguridad de cabello negro corto estaba sentado detrás del volante. Salió del coche y me dijo que diera la vuelta. ¿Por qué? Le pregunté.
"No puedes estar en esta playa sin un permiso", dijo fríamente. "¿Qué tal si me voy corriendo?", bromeé. "Eso sería traspasar, entrar sin derecho", dijo. "¿Para quién trabaja?", pregunté. "BP no es dueña de la isla", le dije. "El estado sí. Creo que ellos deberían de ser quienes me deberían pedir que me fuera".
Resulta ser que aunque la Isla de Elmer pertenece a Louisiana, es administrada por BP.
El hombre regresa a su camioneta y habla por radio con sus jefes. Una hora después estoy en la base de respuesta de BP a varios kilómetros por el camino a Grand Isle, y un abogado de CNN está en el teléfono con un gerente de limpieza llamado Jim McHale.
Él está con un pequeño grupo de personas: guardias de seguridad, un tipo en camisa polo y un oficial de la Guardia Costera de Estados Unidos. Todos se están viendo los pies, pateando grava en el estacionamiento mientras McHale habla por teléfono.
Le pregunto al guardia por qué tienen tanta seguridad para la isla Elmer.
"No lo sé", responde. "Sólo que no quieren a nadie ahí. Me sorprende que siquiera estén hablando con usted".
'Más limpia que antes del derrame'
El petróleo denso y oscuro empezó a llegar a la costa de la Isla de Elmer exactamente después de un mes que la plataforma Deepwater Horizon se quemara en el Golfo de México. El petróleo se absorbió en los pantanos y ahogó la costa, derramándose por encima de las barreras protectoras de la playa.
La contaminación de la Isla de Elmer fue un golpe grave para la psique de la comunidad de Grand Isle. El viaje a la playa de 250 acres ha sido una tradición para quien observa aves, pescadores y familias que van con sus hijos a jugar en las olas. Las pérdidas económicas y ambientales golpearon a las familias.
Mientras tanto, algunos vecinos sospecharon algo raro cuando las rejas para entrar a la playa fueron cerradas al público, dice Karen Hopkins, residente de Grand Isle.
"Era una joya", dice Hopkins. "Pero desde el inicio no confiábamos en BP ¿Por qué? Porque cerraron las rejas desde que el petróleo llegó a las costas. No nos querían ahí, porque no querían que viéramos el desastre que se había hecho, ni cómo lo estaban limpiando".
El día después de mi encuentro con el guardia de seguridad, Jim McHale me muestra la playa. McHale trabaja para SEACOR Marine, un contratista reclutado por BP para limpiar la Isla de Elmer y otras áreas del Golfo.
Un biólogo marino de Vida Silvestre y Pesca de Louisiana nos lleva en una camioneta propiedad del estado y se nos une un monitor ambiental contratado por BP. McHale dice que los guardias de seguridad vigilan el equipo de limpieza.
BP también ha hecho una declaración acerca de los guardias de seguridad: "Tenemos guardias de seguridad en la Isla de Elmer asegurando el equipo que tenemos ahí. La isla permanece abierta al público".
Mientras manejamos por la cosa, el único equipo de limpieza que veo son unos rastrillos, palas y botes de basura.
La playa se ve limpia. No hay petróleo visible, rastros de alquitrán o animales muertos en la playa. Las únicas bolas de alquitrán que encontramos son color caramelo, del tamaño de una nuez que los trabajadores excavan.
"La Isla de Elmer está más limpia que antes del derrame", dice McHale. "Yo solía pescar cada que podía. Los mariscos son extraordinarios. He comido camarones, cangrejo, pescados. No tengo problemas".
Le pregunto si traería a su familia a jugar en el mar y cavar en la arena.
"Pero por supuesto", dice.
A la mañana siguiente, antes de que empiece la limpieza, le digo a un pescador local que me lleve en una lancha, y vemos bolas de alquitrán del tamaño de un plato en la costa.
¿Un lugar cancerígeno?
Las bolas de alquitrán son problemáticas, pero más preocupantes son los asentamientos de petróleo por debajo de la superficie de la arena. El científico ambiental de la Universidad del Estado Louisiana, Ralph Portier, encontró lo que describe como "lugares de peligro" de hidrocarburos cancerígenos debajo de la Isla de Elmer.
"Es exposición crónica, toda una vida de exposición, una exposición a largo plazo (o) consumo de algunas de estas cosas que nos preocupan".
Portier señala que lo que se encontró el verano pasado está fechado, y que algunos de estos lugares pueden haberse degradado.
"La compilación de información que generamos a principios de año no se hizo para tomar estas decisiones en 2011", dice Portier. "Hubieran sido adecuadas para tomar decisiones el verano de 2010".
Oficiales del estado de Louisiana dicen que BP está esforzándose para que la Isla de Elmer sea declarada segura y reabierta. BP no confirmó para cuándo será la fecha límite. Pero los resultados de la información de Portier han generado suficiente alerta para mantener la playa cerrada hasta que se hagan más pruebas.
Robert Barham, secretario de Vida Silvestre y Pesca de Louisiana, dice que le ha pedido al gobierno que busque más de estos lugares. Él dice que oficiales de la Guardia Costera le han dicho que las pruebas serán completadas.
"No podemos encontrar evidencia de que (la Guardia Costera) hizo pruebas en la Isla de Elmer", dice Barham. "Hemos ido con ellos y les hemos preguntado 'si hay algo que no hayamos visto o información adicional, dénosla'. Pero no hay seguimiento que podamos encontrar del análisis de esos centros".
"A mí no me preocupa cómo se vea por fuera", continúa. "Ellos fueron y limpiaron las bolas de alquitrán y recogieron la basura. La playa parece, y cito, 'más limpia que antes del derrame de petróleo'. El miedo que tenemos es que hay algo ahí que es un riesgo latente para la salud".
CNN contactó a la Guardia Costera en tres ocasiones distintas para preguntarle por los resultados de las pruebas y otras cuestiones ambientales con respecto a la Isla Elmer. La Guardia Costera no ha respondido.
'Abran esas rejas'
De noche, los guardias de seguridad cierran la reja de acceso a la Isla de Elmer y se van a casa. La reja siempre ha estado cerrada de noche, pero la diferencia ahora es que algunos residentes locales intentan colarse para pescar de noche.
El pescador comercial Ricky McKnight ha vivido en Gran Isle por casi cinco años. El dice que la Isla de Elmer era un gran lugar para pescar, especialmente en horas de silencio. Desde el derrame petrolero, McKnight ha ayudado a limpiar.
"Lo que pasa aquí, lo que viste cuando fuiste a la playa, con esas playas limpias, todo está listo", dice McKinght. "Eso es lo que querías ver. Pero te pregunto esto: ¿Si estuviera seguro, crees que lo tendrían tan resguardado?".
Estamos sentados en su porche, hablando y escuchando las olas. Su esposa, Karen Hopkins, mueve la cabeza con asco.
"¿Por qué sigue cerrada?¡Si estaba más limpia que antes, que abran las rejas!", dice Hopkins.
"Nosotros los cajún en Louisiana somos muy indulgentes, trabajadores, divertidos, pero no estúpidos. Dicen que está limpia, ¡entonces que abran las rejas!".
Un guardia de seguridad de cabello negro corto estaba sentado detrás del volante. Salió del coche y me dijo que diera la vuelta. ¿Por qué? Le pregunté.
"No puedes estar en esta playa sin un permiso", dijo fríamente. "¿Qué tal si me voy corriendo?", bromeé. "Eso sería traspasar, entrar sin derecho", dijo. "¿Para quién trabaja?", pregunté. "BP no es dueña de la isla", le dije. "El estado sí. Creo que ellos deberían de ser quienes me deberían pedir que me fuera".
Resulta ser que aunque la Isla de Elmer pertenece a Louisiana, es administrada por BP.
El hombre regresa a su camioneta y habla por radio con sus jefes. Una hora después estoy en la base de respuesta de BP a varios kilómetros por el camino a Grand Isle, y un abogado de CNN está en el teléfono con un gerente de limpieza llamado Jim McHale.
Él está con un pequeño grupo de personas: guardias de seguridad, un tipo en camisa polo y un oficial de la Guardia Costera de Estados Unidos. Todos se están viendo los pies, pateando grava en el estacionamiento mientras McHale habla por teléfono.
Le pregunto al guardia por qué tienen tanta seguridad para la isla Elmer.
"No lo sé", responde. "Sólo que no quieren a nadie ahí. Me sorprende que siquiera estén hablando con usted".
'Más limpia que antes del derrame'
El petróleo denso y oscuro empezó a llegar a la costa de la Isla de Elmer exactamente después de un mes que la plataforma Deepwater Horizon se quemara en el Golfo de México. El petróleo se absorbió en los pantanos y ahogó la costa, derramándose por encima de las barreras protectoras de la playa.
La contaminación de la Isla de Elmer fue un golpe grave para la psique de la comunidad de Grand Isle. El viaje a la playa de 250 acres ha sido una tradición para quien observa aves, pescadores y familias que van con sus hijos a jugar en las olas. Las pérdidas económicas y ambientales golpearon a las familias.
Mientras tanto, algunos vecinos sospecharon algo raro cuando las rejas para entrar a la playa fueron cerradas al público, dice Karen Hopkins, residente de Grand Isle.
"Era una joya", dice Hopkins. "Pero desde el inicio no confiábamos en BP ¿Por qué? Porque cerraron las rejas desde que el petróleo llegó a las costas. No nos querían ahí, porque no querían que viéramos el desastre que se había hecho, ni cómo lo estaban limpiando".
El día después de mi encuentro con el guardia de seguridad, Jim McHale me muestra la playa. McHale trabaja para SEACOR Marine, un contratista reclutado por BP para limpiar la Isla de Elmer y otras áreas del Golfo.
Un biólogo marino de Vida Silvestre y Pesca de Louisiana nos lleva en una camioneta propiedad del estado y se nos une un monitor ambiental contratado por BP. McHale dice que los guardias de seguridad vigilan el equipo de limpieza.
BP también ha hecho una declaración acerca de los guardias de seguridad: "Tenemos guardias de seguridad en la Isla de Elmer asegurando el equipo que tenemos ahí. La isla permanece abierta al público".
Mientras manejamos por la cosa, el único equipo de limpieza que veo son unos rastrillos, palas y botes de basura.
La playa se ve limpia. No hay petróleo visible, rastros de alquitrán o animales muertos en la playa. Las únicas bolas de alquitrán que encontramos son color caramelo, del tamaño de una nuez que los trabajadores excavan.
"La Isla de Elmer está más limpia que antes del derrame", dice McHale. "Yo solía pescar cada que podía. Los mariscos son extraordinarios. He comido camarones, cangrejo, pescados. No tengo problemas".
Le pregunto si traería a su familia a jugar en el mar y cavar en la arena.
"Pero por supuesto", dice.
A la mañana siguiente, antes de que empiece la limpieza, le digo a un pescador local que me lleve en una lancha, y vemos bolas de alquitrán del tamaño de un plato en la costa.
¿Un lugar cancerígeno?
Las bolas de alquitrán son problemáticas, pero más preocupantes son los asentamientos de petróleo por debajo de la superficie de la arena. El científico ambiental de la Universidad del Estado Louisiana, Ralph Portier, encontró lo que describe como "lugares de peligro" de hidrocarburos cancerígenos debajo de la Isla de Elmer.
"Es exposición crónica, toda una vida de exposición, una exposición a largo plazo (o) consumo de algunas de estas cosas que nos preocupan".
Portier señala que lo que se encontró el verano pasado está fechado, y que algunos de estos lugares pueden haberse degradado.
"La compilación de información que generamos a principios de año no se hizo para tomar estas decisiones en 2011", dice Portier. "Hubieran sido adecuadas para tomar decisiones el verano de 2010".
Oficiales del estado de Louisiana dicen que BP está esforzándose para que la Isla de Elmer sea declarada segura y reabierta. BP no confirmó para cuándo será la fecha límite. Pero los resultados de la información de Portier han generado suficiente alerta para mantener la playa cerrada hasta que se hagan más pruebas.
Robert Barham, secretario de Vida Silvestre y Pesca de Louisiana, dice que le ha pedido al gobierno que busque más de estos lugares. Él dice que oficiales de la Guardia Costera le han dicho que las pruebas serán completadas.
"No podemos encontrar evidencia de que (la Guardia Costera) hizo pruebas en la Isla de Elmer", dice Barham. "Hemos ido con ellos y les hemos preguntado 'si hay algo que no hayamos visto o información adicional, dénosla'. Pero no hay seguimiento que podamos encontrar del análisis de esos centros".
"A mí no me preocupa cómo se vea por fuera", continúa. "Ellos fueron y limpiaron las bolas de alquitrán y recogieron la basura. La playa parece, y cito, 'más limpia que antes del derrame de petróleo'. El miedo que tenemos es que hay algo ahí que es un riesgo latente para la salud".
CNN contactó a la Guardia Costera en tres ocasiones distintas para preguntarle por los resultados de las pruebas y otras cuestiones ambientales con respecto a la Isla Elmer. La Guardia Costera no ha respondido.
'Abran esas rejas'
De noche, los guardias de seguridad cierran la reja de acceso a la Isla de Elmer y se van a casa. La reja siempre ha estado cerrada de noche, pero la diferencia ahora es que algunos residentes locales intentan colarse para pescar de noche.
El pescador comercial Ricky McKnight ha vivido en Gran Isle por casi cinco años. El dice que la Isla de Elmer era un gran lugar para pescar, especialmente en horas de silencio. Desde el derrame petrolero, McKnight ha ayudado a limpiar.
"Lo que pasa aquí, lo que viste cuando fuiste a la playa, con esas playas limpias, todo está listo", dice McKinght. "Eso es lo que querías ver. Pero te pregunto esto: ¿Si estuviera seguro, crees que lo tendrían tan resguardado?".
Estamos sentados en su porche, hablando y escuchando las olas. Su esposa, Karen Hopkins, mueve la cabeza con asco.
"¿Por qué sigue cerrada?¡Si estaba más limpia que antes, que abran las rejas!", dice Hopkins.
"Nosotros los cajún en Louisiana somos muy indulgentes, trabajadores, divertidos, pero no estúpidos. Dicen que está limpia, ¡entonces que abran las rejas!".
Quisiera saber donde encontrar informacion sobre la forma en que podria afectar la utilización de orexit 9500 - 9750 para la "limpieza", y sus componentes.
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