sábado, 2 de abril de 2011

Los periodistas liberados en Libia pensaron que ahí morirían

CNN MÉXICO

Detenidos por fuerzas leales al líder libio Moammar Gadhafi, cuatro periodistas del New York Times sintieron que la muerte era segura.

El sentimiento fue más fuerte cuando los soldados pasaban encima de Lynsey Addario, Stephen Farrel, Tyler Hicks y Anthony Shadid con armas automáticas mientras estaban en el suelo.


“Creo que todos teníamos ese sentimiento de que ahí se acabó”, dijo Shadid el jueves, en el programa el programa AC360 que conduce Anderson Cooper en CNN. “Y recuerdo estar sobre mi estómago viéndolos hacia arriba y recuerdo que era un soldado alto que dijo ‘Dispárales’”.


Los cuatro periodistas fueron liberados en marzo luego de ser detenidos por una semana.


Addario recuerda que el abuso físico y sexual a manos de sus captores fue inmediato.


“Recuerdo estar sentada en el coche atada y ellos me ataron las manos tanto que se empezaron a entumir”, le dijo Addario a Anderson Cooper. “Y estaba sentada ahí, intentado soplarme el pelo de la cara, cuando un tipo se me acercó. Mi instinto fue pensar ‘Oh, me va a ayudar’ y me dio un puñetazo en la cara”.


“Luego empecé a llorar porque pensé ‘Sólo va a empeorar’”, dijo. “Estamos en los primeros 15 minutos. Esto puede durar meses ¿sabes?”


Addario dijo que el hombre que la golpeó en la cara se rió y al ser la única mujer tuvo que aguantar ataques sexuales.


“Ellos vinieron y me manosearon… nunca había sido tocada así en el mundo musulmán, y he estado trabajando 11 años en el mundo musulmán”, dijo. “Ahí fue cuando dije, ‘Dios, sólo no quiero ser violada’”.


Los cuatro colegas inicialmente pensaron que estaban seguros mientras empezaban “a salirse lentamente” de Ajdabiya, una ciudad al noreste de Libia, mientras las tropas de Gadhafi avanzaban, dijo Hicks. Ellos escaparon al fuego cruzado entre ambos bandos.

Pero la retirada del área era demasiado lenta, recuerda Shadid.


“Probablemente fueron segundos, pero se sintieron como minutos”, dijo. “Vimos los uniformes verdes de los militares, vehículos militares. Y entonces, casi de inmediato, te dabas cuenta de que estabas en un retén militar del gobierno y que… no teníamos muchas opciones en ese punto”.


Escapar no era una opción, dijo Addario.


“No puedes regresarte así nada más porque ellos te disparan. Quiero decir, asumes que te van a disparar”, dijo. “Te ves más sospechoso si intentas huir”.


Addario dijo que su chofer pasó al Plan B, diciéndole a los soldados que la gente que llevaba eran periodistas.


Pero ese argumento no disuadió a las tropas de Gadhafi.


“¿Periodistas? Eso no estaba funcionando”, recuerda Farell.


“Primero nos pusieron de rodillas y luego hubo muchas… cachetadas”, dijo Shadid. “Nos vaciaron los bolsillos. Y recuerdo a uno de los soldados gritarme, ‘¡Eres el traductor, eres el espía!’.


Poco después de eso uno de los soldados amenazó con matarlos.

Pero “otro soldado le dijo, ‘No puedes. Son americanos’”.

“¿Americanos? Eso sí pareció darle a un nervio”, dijo Farell.

Shadid añadió, “Creo que la idea de ejecutar a tres periodistas estadounidenses y un británico tendría implicaciones... Básicamente habría repercusiones de ejecutarnos en el retén militar”.


Aunque los abusos durante su cautiverio no sólo se limitaron a Addario, sí se centraron en ella.


En la prisión, un hombre intentó arrastrarla de su celda, pero desistió luego de que ella luchó. En la parte trasera de una Land Cruiser, ella tuvo que enfrentar otro escenario “retorcido”.

“Un tipo que iba sentado adelante me empezó a acariciar el pelo como lo haría una madre a un hijo o hija”, dijo Addario. “Luego empezó a tocarme la cara, de manera muy gentil diciendo una frase una y otra vez”, dijo. “E intenté bajar mi cabeza”.


“Y él la levantó y continuó acariciándome de esa forma tierna y extraña. Y repetía esta frase una y otra vez”, dijo. “Y le dije a Anthony, le pregunté qué significa “mort” y Anthony dijo ‘Te está diciendo que te vas a morir esta noche’, o sea, qué puedes decir.


De acuerdo con el Comité de Protección a Periodistas, 14 periodistas han sido asesinados alrededor del mundo en lo que va de 2011, incluyendo a dos muertos en fuego cruzado en Libia y otro en Túnez, Egipto y Yemen, y otros países árabes que han visto levantamientos este año.


Saba al-Bazee, un periodista freelance quien contribuía regularmente para CNN, fue asesinado esta semana en Iraq.


Dos reporteros de Reuters estaban desaparecidos en Siria, pero los liberaron.

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