jueves, 21 de abril de 2011

Buscan en Connecticut detener deportación de un mexicano

EL DIARIO DE CHIHUAHUA





Tiene 23 años y está a punto de graduarse de ingeniero. El gobernador y funcionarios electos lo apoyan Hartford, Connecticut-- Los funcionarios electos de mayor rango en Connecticut buscan detener la deportación de un estudiante nacido en México, y se han sumado al debate nacional sobre la inmigración con solicitudes en favor de un joven, quien a juicio del gobernador, es estadounidense "para todos los fines prácticos".




El estudiante Mariano Cardoso, de 23 años, ha vivido en Estados Unidos desde antes de que pudiera caminar, cuando fue traído por sus padres, inmigrantes indocumentados. Para el mes próximo está prevista su graduación del Capitol Community College, como ingeniero.







En conversaciones con funcionarios federales de inmigración, el gobernador Dannel P. Malloy y el senador Richard Blumenthal, ambos demócratas, han subrayado los logros personales de Cardoso pidiendo que se le permita quedarse. Ayer, Malloy escribió una carta pidiendo formalmente al Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos aplazar la deportación.
"Estoy realmente sorprendido y contento de que algo esté pasando para mí y de que no estoy solo", dijo Cardoso en una entrevista ayer. Dijo que la oficina del senador Joe Lieberman también han estado abogando a su favor.







Cardoso enfrenta la deportación inminente, luego de perder la batalla legar para quedarse en el país. Sin embargo, Blumenthal dijo que las conversaciones con los funcionarios federales lo dejan optimista respecto de que no hay un plan inminente de enviarlo de vuelta a México. Dijo que su oficina permanece al pendiente.







"Hemos estado involucrados muy de cerca", dijo Blumenthal. "Yo me reuní con Mariano y me enteré de lo que ha hecho, de sus estudios, de su historia, que es muy convincente".
Un vocero del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos dijo que no podía hacer comentarios sobre el caso.







Cardoso dijo que sus problemas empezaron en agosto del 2008 cuando agentes de inmigración llegaron al patio de su tío durante una reunión familiar.






Los agentes dijeron que buscaban a una mujer identificada como una traficante de drogas y pidieron registrar la casa, pero él y su tío se rehusaron porque no tenían una orden de registro. Los agentes les pidieron sus documentos y arrestaron a Cardoso luego de descubrir que su estatus era ilegal.







Cardoso está optimista de que la orden de deportación pueda revertirse pese a que hace dos meses su abogado le dijo que cualquier apelación sería infructuosa. En un último esfuerzo por quedarse, decidió empezar a contar su historia públicamente.


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