Compradores acabaron con la sal de los establecimientos de Beijing, Shangai y otras ciudades de China, bajo la falsa creencia de que este elemento puede proteger de la exposición a la radiación.
En ciudades como Cantón (sur), Hangzhou, Nankín o Suzhou (este) las estanterías destinadas a este ingrediente las vaciaron, tuvieron que colgar carteles de "no hay sal", y la gente pasa horas y recorre la ciudad en busca del ahora precia do alimento mineral, relataron vecinos de esas localidades.
Los compradores creen que el yodo conteni do en la sal puede ayudarles a protegerse de hipotético aumento de la radiación atmosférica, aunque también hay quien la adquiere por temor a que el mar a partir de ahora quede contamina do y la sal futura sea nociva para la salud, cuenta la agencia oficial Xinhua.
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