WASHINGTON, Estados Unidos, mar 16, 2011.- A solicitud del gobierno de México, el Pentágono comenzó a realizar vuelos espías con aviones no tripulados a gran altura a partir del mes pasado con la intención de obtener información de inteligencia sobre los principales capos de droga mexicanos.
Adicionalmente, un avión no tripulado del Departamento de Seguridad Interna ayudó a las autoridades Mexicanas a encontrar a varios de los sospechosos relacionados con el asesinato del agente especial de ICE, Jaime Zapata.
Así lo publica este miércoles el diario "New York Times" en su primera plana.
De acuerdo al reportaje de los periodistas Ginger Thompson y Mark Mazzetti, intensificando su participación en la guerra de México contra las drogas, la administración Obama comenzó a enviar aviones robots a diversos puntos de la República Mexicana para rastrear a los más grandes capos de los cárteles y observar el movimiento de sus redes de narcotráfico.
"El presidente Barack Obama y su contraparte Felipe Calderón, formalmente acordaron continuar con los vuelos de vigilancia durante su reunión en la Casa Blanca, el pasado día 3 de marzo" dice el artículo.
Señala que esta nueva asistencia estadounidense al gobierno mexicano, "se ha mantenido en secreto debido a las restricciones legales y para evitar el calentamiento de sensibilidades políticas acerca de la soberanía nacional" de acuerdo a funcionarios.
El diario asegura que antes de que se desatara la ola de violencia que ha cobrado mas de 34 mil muertes los últimos 4 años, el acuerdo habría sido impensable.
El diario asegura que antes de que se desatara la ola de violencia que ha cobrado mas de 34 mil muertes los últimos 4 años, el acuerdo habría sido impensable.
El Pentágono, como los Departamentos de Estado, Seguridad Interna y autoridades Mexicanas declinaron hacer comentarios a Thompson y Mazzetti sobre la introducción de los aviones espías no tripulados a los esfuerzos antinarcóticos, lo que expertos que hablaron en condición de anonimato citaron como "muestra de la profunda cooperación" entre ambos países.
De acuerdo al artículo, además de ampliar el uso de los aviones no tripulados, Obama y Calderón acordaron abrir un Centro de Fusión Antinarcóticos, la segunda instalación de su tipo en México, donde corporaciones policíacas de México y Estados Unidos trabajarán juntas.
A menos de una década de una relación que se caracterizaba por desconfianza, acusaciones de corrupción a México, indiferencia, poca cooperación y severas tensiones, las corporaciones policíacas de México y Estados Unidos han logrado grandes avances, particularmente en lo que se refiere a compartir información sensitiva de inteligencia, que ahora se amplia de una forma muy significativa con la operación de los aviones robots espías, para rastrear criminales, sus comunicaciones y movimientos.
Esto ocurre mientras Estados Unidos entrena a casi 10 mil militares y policías, cuya lealtad y profesionalismo se prueba cotidianamente mediante polígrafo y otros métodos, lo que ha permitido un tipo de comunicación diferente entre funcionarios de inteligencia de ambos países.
El artículo cita a Mike Vigil, ex jefe de Operaciones Internacionales de la DEA, quien expresó que no hace mucho tiempo "habría sido imposible pensar que la agencia antinarcóticos de Estados Unidos pudiera conducir las operaciones que ahora realiza en México, a pesar de que se eso se niega.
"Además de la preocupación del gobierno de Calderón, sobre cómo la intervención Americana puede ser percibida en casa", dice el reporte periodístico, "la Constitución Mexicana prohíbe que militares o corporaciones policíacas extranjeras puedan operar en México, salvo en condiciones extremadamente limitadas" de tal forma que el fundamento legal para esas actividades es muy débil.
En Estados Unidos, legisladores han externado dudas de que México, cuyas agencias de seguridad están plagadas de corrupción, pueda ser un socio confiable, dice el artículo.
ENSIONES PREVIAS A REUNIÓN PRESIDENCIAL
El artículo detalla que antes de que el presidente Obama recibiera a su homólogo Calderón en la Casa Blanca, tensiones diplomáticas amenazaron debilitar la cooperación entre sus gobiernos.
Cita la difusión de cables diplomáticos secretos, redactados por el embajador Carlos Pascual, criticando duramente a las corporaciones policíacas e instituciones militares, al presidente, a los órganos de inteligencia Mexicanos y hasta al partido del presidente, luego que fueron difundidos por WikiLeaks.
Lo que se agudizó con el asesinato del agente especial de ICE Jaime Zapata, luego que fue atacado con su compañero Víctor Ávila, cuando se disponían a regresar a la ciudad de México, luego de entrevistarse con colegas basados en Monterrey.
"Al final" dice "el interés mutuo prevaleció después de la reunión del 3 de marzo".
Aseguran que "Calderón le dijo a Obama que su país vivía la pesadilla de la violencia a causa del tráfico de armas estadounidenses para los cárteles y el voraz apetito de drogas de la unión americana y urgió a Estados Unidos a "hacer más para ayudar", a lo que Obama, preocupado porque "México cayera en el caos y la violencia", dijo que su administración estaba ansiosa de jugar un papel más central.
Así, los líderes enfatizaron en la importancia de compartir información, a lo que el gobierno de México solicitó entre otras cosas, que aviones robots militares estadounidenses sobrevolaran el territorio nacional".
En el artículo, funcionarios de México y Estados Unidos habrían destacado también que "gracias al apoyo de inteligencia norteamericana, México pudo capturar o matar cuando menos a 20 de los 37 capos de droga más importantes", 12 sólo el año pasado.
Mucha de la cooperación sigue en secreto por temor de la administración Calderón a la reacción del público. Por ejemplo, inicialmente las autoridades de México y EU negaron la existencia del Primer Centro de Fusión o Centro Binacional de Implementación establecido hace un año en la capital de la república, en la que corporaciones de los dos países comparten y analizan informes de inteligencia y que "otros caracterizan más como un puesto casi equipado en su totalidad por norteamericanos".
MÉXICO SE HACE DE LA VISTA GORDA
El reporte del "New York Times" asegura que funcionarios de México y Estados Unidos "se hacen de la vista gorda a la intercepción de líneas telefónicas de sospechosos de narcotráfico" igual que a policías estadounidenses cargando armas en México, en violación de restricciones".
Funcionarios de los dos gobiernos habrían dicho a los reporteros que México pidió a Estados Unidos el uso de aviones robots para rastrear movimientos de sospechosos, aún cuando México tiene su propio sistema de aviones no tripulados, "aunque no equipados con capacidades y alta resolución para ciertas actividades de vigilancia".
Los aviones no tripulados del Pentágono pueden volar a más de 20 mil metros de altura, en áreas de hasta 60 mil kilómetros cuadrados en un día y transmitir fotos de una persona en tierra que pueden permitir saber si están armadas o transportando drogas.
El Teniente Coronel Robert Ditchey, vocero del Comando Norte en el Pentágono, dijo este martes que "El Departamento de Defensa en coordinación con el Departamento de Estado trabaja de cerca con autoridades militares de México y apoya sus esfuerzos contra las organizaciones criminales transnacionales, pero no precisamente con aviones no tripulados.
Mientras que Matt Chandler, vocero del Departamento de Seguridad Interna dijo que sería "inapropiado comentar" el uso de aviones no tripulados en el caso del agente Zapata, "que sigue bajo investigación".
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