sábado, 12 de marzo de 2011

Giffords se recupera a pasos agigantados

EL TIEMPO

Informan médicos de congresista de Arizona que la semana pasada se le reiteró el tubo respiratorio a Gabrielle Giffords
WASHINGTON, Estado Unidos, La congresista estadounidense, Gabrielle Giffords, que fue gravemente herida en un tiroteo el pasado enero, se recupera "a pasos agigantados" aunque no recuerda el trágico suceso que costó la vida a seis personas.

Los doctores que atienden a la congresista comparecieron hoy en una rueda de prensa por primera vez desde que la política demócrata, que recibió un tiro en la cabeza, fue trasladada al Centro de Rehabilitación del Hospital Memorial Hermann en Houston el 21 de enero.

El médico neurocientífico Dong Kim estimó que "hay bastantes probabilidades" de que Giffords pueda acudir el 19 de abril al lanzamiento del transbordador Endeavour, cuya última misión comanda su esposo, Mark Kelly, algo que ayer dieron por hecho algunos medios estadounidenses. La congresista de Arizona se está recuperando "a pasos agigantados", por lo que la semana pasada se le retiró el tubo respiratorio.

Además, la demócrata ya puede articular frases completas como "estoy cansada, quiero ir a la cama", y cada día puede caminar mejor con asistencia. Sin embargo, Giffords no recuerda el trágico atentado en el que recibió un disparo que le atravesó el cerebro, y que dejó seis muertos y 13 heridos, un suceso del que le han informado tanto su marido como sus médicos. Pese a ello, los doctores aseguran que la memoria de la congresista está mejorando y consideran que el problema desaparecerá en el futuro.

Kim aseguró que la congresista manifiesta emociones "a veces" y sonríe cuando se percata de sus progresos, pero "en ningún momento" ha mostrado depresión ni frustración.
Los doctores esperan que Giffords sea sometida a una nueva intervención para reparar los daños craneales en mayo, algo que no impediría, precisaron, que la demócrata acuda en abril al Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida.
Giffords lleva un casco de protección, ilustrado con la bandera de Arizona, ya que todavía le falta parte del cráneo tras las operaciones quirúrgicas realizadas. La congresista recibió un disparo el pasado 8 de enero mientras participaba en un evento con votantes organizado por su oficina y conocido como "el Congreso en su esquina".
El atentado dejó seis muertos, entre ellos un juez federal y de un asesor del Congreso, y 13 heridos.

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