martes, 5 de octubre de 2010

Cumple Portugal cien años de República

MILENIO
Desde la instauración republicana, el país vivió una larga dictadura (1926-1974) y tuvo varias fases de inestabilidad y profundos cambios, como la revolución de los Claveles de 1974.

Lisboa.- Portugal celebró hoy el centenario de la proclamación de su República con mensajes de cohesión, responsabilidad y compromiso político para hacer frente a la difícil situación derivada de la grave crisis económica que afronta.

El presidente de Portugal, el conservador Aníbal Cavaco Silva, y el primer ministro luso, el socialista José Sócrates, pronunciaron respectivos discursos en la sede del Ayuntamiento de Lisboa, donde los sublevados anunciaron hace 100 años el triunfo de la República que supuso la caída de la monarquía.

"No es de la crispación que nacen las soluciones para los problemas. Se impone, entonces, que exista un compromiso político de cohesión nacional", manifestó Cavaco, quien recordó el momento "adverso" que vive Portugal.

La severa crisis económica y la falta del necesario consenso político entre el gobernante Partido Socialista (PS) y la oposición para la aprobación parlamentaria del Presupuesto del Estado de 2011, que incluye un estricto plan de austeridad, generó recientemente la preocupación del Jefe de Estado luso.

"Todo haré para que prevalezca una cultura de diálogo y de responsabilidad que permita alcanzar los entendimientos necesarios a la resolución de los problemas del país", aseveró Cavaco, cuyo partido, el centro-derechista Social Demócrata (PSD), aún no se ha pronunciado sobre el respaldo al Presupuesto.

El mandatario luso exhortó también a que los gobernantes eviten que la ciudadanía "encare con indiferencia" la acción de los agentes políticos o "se alejen de los destinos" de la República.

Los ideales Republicanos -citó la ética de los servicios públicos, la verdad y la transparencia- deben servir para centrar las atenciones políticas hacia la vida concreta de las personas, apreció el presidente luso.

En su discurso, el primer ministro, José Sócrates, reconoció el tiempo "duro y exigente" que afronta Portugal, que aspira a reducir su déficit del 9,3% registrado a finales de 2009 hasta el 4,6% el próximo año a través de un duro paquete que incluye un aumento del IVA y la rebaja del salario de los funcionarios.

"Es en estos momentos cruciales que los pueblos afirman sus cualidades de trabajo, de resistencia, de voluntad y de coraje", declaró el gobernante socialista, quien alertó de la facilidad de caer en "negativismos exacerbados".

Sócrates aseguró que el "mejor homenaje" a la República es la promoción de las escuelas públicas como "símbolo de la ciudadanía" y recordó que hoy se inaugurarán cien en todo el país.

Necesitamos "practicar mejor los valores republicanos, las virtudes de ciudadanía y de coraje, de honradez, de dedicación", insistió.

El alcalde de Lisboa, el socialista Antonio Costa, también intervino en las celebraciones y recordó que la I República enseñó lo importante que es evitar la "inestabilidad política" y la "incapacidad de construir consensos".

Durante la jornada de hoy, conferencias, exposiciones, obras de teatro y conciertos alusivos a la historia más reciente de Portugal inundan sus grandes ciudades y pretenden, sobre todo, movilizar a los más jóvenes e implicarles en la participación cívica.

Antes de los discursos oficiales, cerca de 400 figurantes evocaron en la Plaza del Municipio de Lisboa, donde se proclamó el nuevo régimen, los acontecimientos que llevaron al triunfo de los sublevados republicanos.

Hastiados de la subyugación portuguesa a los intereses coloniales británicos y de la inestabilidad política y social, el 5 de octubre de 1910 se anunció la instauración de la República portuguesa, que llegó después de tres días de intensos combates en el centro de Lisboa.

El nuevo Régimen, que forzó el exilio del rey Don Manuel II, trajo distintos símbolos nacionales -el himno y la bandera-, la separación entre el Estado y la Iglesia y la preocupación por que Portugal fuese reconocida en la comunidad internacional.

Desde la instauración republicana, Portugal vivió una larga dictadura (1926-1974) y tuvo varias fases de inestabilidad y profundos cambios, como la revolución de los Claveles de 1974 que trajo la democracia y su integración en la Unión Europea (UE) en 1985, que otorgó al país uno de sus mayores periodos de prosperidad.

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