Berlín.- Berlín inauguró hoy la plaza "9 de noviembre de 1989" en la Bornholmer Strasse, donde se abrió el primer paso fronterizo entre el este y el oeste tras la caída del muro hace 21 años.
Ése fue el acto más importante de los programados hoy en la capital alemana con motivo del recuerdo de la demolición del muro que separó durante 28 años a los ciudadanos de Berlín
Más de dos décadas después de la caída del muro, sus restos y recuerdo se han convertido en uno de los elementos más atractivos para los miles de turistas que cada año llegan a la capital alemana.
Así, la East Side Gallery, el trozo de muro más grande que queda en pie, junto con los diferentes monumentos, centros de documentación, museos y varias placas conmemorativas vinculadas con el muro son algunos de los lugares más visitados.
Al día de hoy, una línea de baldosas en la calzada atraviesa la ciudad como recuerdo al muro que se mandó construir el 13 de agosto de 1961 por los líderes de la República Democrática Alemana (RDA) y el cual fue apodado "muro de la vergüenza" por los occidentales.
En total eran más de 120 kilómetros de hormigón, alambres de espino, fosas y torres de vigilancia que rodearon el territorio de Berlín Oeste para evitar fugas de los ciudadanos de la RDA y que, en plena guerra fría, supusieron la separación de dos maneras de entender el mundo: capitalismo frente a comunismo
El 9 de noviembre de 1989, tras varios meses de protestas pacíficas por parte de los ciudadanos de la RDA demandando mayor movilidad y las crecientes protestas desde otros países del Telón de Acero, el muro cayó.
La historia marca que un error accidental en la información ofrecida en rueda de prensa por el funcionario de la RDA Günter Schabowski, precipitara la desmantelación de las fronteras.
Schabowski debía explicar la flexibilización gubernamental para permitir a los ciudadanos de la RDA viajar a occidente, pero por error estableció que la decisión tenía efectos inmediatos, cuando en realidad estaba prevista para el día siguiente.
Tras la retransmisión en directo de las declaraciones, miles de ciudadanos de la RDA se agolparon en los pasos fronterizos, siendo el del puente de la Bornholmer Strasse, el más septentrional de todos, el primero en abrir las puertas y dejar cruzar a la masa humana.
En sus 28 años de duración, el muro y sus técnicas fueron mejoradas hasta en cuatro ocasiones y el balance de víctimas, aunque no hay una cifra en la que coincidan todas las partes, ronda las 200.
Tras la reunificación alemana, las autoridades barajaron la posibilidad de decretar el 9 de noviembre como fiesta nacional, pero la opción fue descartada dado que en la misma fecha, pero en 1938, tuvo lugar la noche de los Cristales Rotos, en la que los Nazis atacaron a miles de judíos y destrozaron sus comercios.
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