Dallas.- La republicana Susana Martínez ganó hoy la gubernatura de Nuevo México, lo que la convirtió en la primera hispana en alcanzar el máximo cargo político en una entidad estadunidense.
El triunfo de Martínez dará además un giro político a esa entidad, gobernada en los dos últimos periodos por el demócrata Bill Richardson.
Martínez, una abogada de 50 años, contaba con 59 por ciento de los votos, frente a la candidata demócrata Diane Denish, que registraba 41 por ciento, con el 33 por ciento de las urnas contabilizadas.
La tendencia, sin embargo, es considerada irreversible por las principales cadenas de televisión de Estados Unidos, que se apresuraron a declarar a Martínez como triunfadora.
Martínez es considerada una figura política emergente entre los republicanos, en el estado con mayor proporción de hispanos del país, superior al 40 por ciento, que tradicionalmente votan por los demócratas.
Con su elección de este martes, Nuevo México deja atrás ocho años de administración demócrata para dar paso a una nueva era republicana encabezada por una hispana.
En su campaña, Martínez aprovechó la baja popularidad del gobernador Richardson entre los residentes de Nuevo México, donde 57 por ciento desaprueba su gestión y sólo 39 por ciento la apoya.
La republicana ha trabajado duro para ligar a lo largo de su campaña a Denish, actual secretaria de estado, con Richardson.
Martínez nació en El Paso, Texas en 1960 y creció en esa frontera donde se graduó de preparatoria y a mediados de la década de los ochenta tras titularse de abogada en la Universidad de Oklahoma cambió su residencia a Las Cruces, Nuevo México.
Su carrera política y como funcionaria pública comenzó en 1996, al ser electa procuradora del condado de Doña Ana, en Las Cruces, cargo en el que fue reelecta en tres ocasiones.
Como procuradora, Martínez se ha enfocado al procesamiento de casos de abuso infantil y corrupción pública, lo que le ha valido varios reconocimientos estatales.
Como candidata a la gubernatura, Martínez se ha definido conservadora opositora al aborto, al matrimonio de homosexuales y a la adopción por parejas del mismo sexo.
La republicana, casada con un agente del Sheriff, favorece además el derecho a portar armas sin que se realice una inspección de historial de la persona, aunque es partidaria de dedicar más fondos al combate de la delincuencia.
En inmigración, Martínez ha dicho que buscará suprimir la ley estatal que provee licencias de conducir a inmigrantes indocumentados y buscará el negar acceso a la educación superior con fondos estatales a hijos de inmigrantes ilegales.
Grupos pro inmigrantes y de derechos humanos han criticado la posición política de Martínez en el tema migratorio, considerando sus raíces mexicanas.
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