El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, califica a Corea del Norte como una 'seria amenaza' y pide la mediación de China en la crisis asiática
WASHINGTON, Estados Unidos, nov. 23, 2010.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró hoy que Corea del Norte ha demostrado con su ataque contra una isla surcoreana que es una "seria y persistente amenaza", y urgió a China a mediar en la situación.
"Queremos asegurarnos de que todas las partes en la región reconocen que ésta es una seria y persistente amenaza con la que hay que lidiar", dijo el presidente en una entrevista que la cadena de televisión ABC emitirá mañana y de la que adelantó hoy un extracto.
Obama instó específicamente a China a mantenerse firme y "dejar claro a Corea del Norte que hay una serie de normas internacionales que deben respetar".
El gobierno chino, principal aliado del régimen de Pyongyang, no ha condenado explícitamente el ataque, que causó dos bajas militares a Corea del Sur, aunque sí ha expresado su "preocupación" por el incidente y ha pedido que se verifiquen los hechos.
Obama tiene previsto llamar por teléfono esta noche a su homólogo surcoreano, Lee Myung-bak, para transmitirle su solidaridad y "consultar detenidamente con él la respuesta más apropiada" al ataque, según dijo en la entrevista.
"Éste es sólo un incidente provocativo más en una serie que hemos visto a lo largo de los últimos meses (...). Hemos condenado firmemente el ataque, y estamos contactando una vez más a la comunidad internacional para que presione a Corea del Norte", indicó.
Aunque no quiso especular sobre las posibles acciones militares que podría emprender Estados Unidos, Obama reiteró que Corea del Sur es "uno de nuestros aliados más importantes" y "uno de los pilares de la seguridad estadounidense en la región del Pacífico".
El presidente analizó esta tarde el incidente con su equipo de seguridad nacional, en una reunión en la que estuvo presente la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el responsable de Defensa, Robert Gates, y el comandante de la división del Ejército estadounidense en Corea, el general Sharp, entre otros.
Obama "reiteró el inquebrantable apoyo de Estados Unidos a su aliado, Corea del Sur", y debatió con el equipo sobre "maneras de profundizar en la paz y seguridad en la región", según informó la Casa Blanca en un comunicado.
El Departamento de Estado de EU calificó el ataque como una "acción militar no provocada", y dijo que prepara una respuesta unificada, mesurada y deliberada con sus socios del diálogo nuclear a seis bandas (las dos Coreas, Rusia, China y Japón).
El ataque lanzado desde Pyongyang ha sido uno de los incidentes más graves entre los ejércitos de los dos países desde que se puso fin a la Guerra de Corea (1950-53) con un armisticio que estableció la separación de la península en dos países.
Las autoridades surcoreanas señalaron hoy que, en caso de que se produzca otra provocación similar, habrá "una dura represalia" por parte de Seúl.
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