viernes, 26 de noviembre de 2010

Entran blindados a favela de Río

MILENIO

La zona norte de la ciudad brasileña vivió ayer un escenario de guerra, siendo necesarios vehículos militares para recuperar al barrio marginal de Vila Cruzeiro del poder de los grupos de narcotraficantes.

Río de Janeiro.- Un escenario de guerra se vivió ayer en la zona norte de Río de Janeiro, donde la policía militar con ayuda de vehículos blindados recuperó una favela de manos de traficantes, que huyeron despavoridos, tras cinco días de violencia y 30 muertos.

Luego de invadir la Vila Cruzeiro en una operación sin precedentes y con ribetes cinematográficos, que incluyó militares ataviados para la guerra, diez vehículos blindados de los marines, nunca antes usados en batallas en las favelas de la ciudad, vehículos con orugas y ametralladores de grueso calibre, y un despliegue de policías de elite pocas veces visto en Río, la policía anunció que reconquistó el lugar y expulsó a los narcotraficantes a pesar de las barreras que éstos colocaron. “En este momento Vila Cruzeiro pertenece al Estado”, declaró Rodrigo Oliveira, subjefe de operaciones de la Policía Civil.

“No tenemos un plazo para detener las operaciones. Vamos a seguir entregando apoyo logístico (...) para transportar a tropas de la policía durante el tiempo que sea necesario”, dijo el coronel Carlos Chagas, comandante del batallón de logística de los marines. Seis carros blindados de los fusileros navales al mando de la Policía Militar (PM) llegaron por la mañana a la entrada de Vila Cruzeiro, en la zona norte de la ciudad que albergará el Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016. Los vehículos ingresaron a la favela, de la que salían columnas de humo negro, mientras los habitantes intentaban guarecerse.

Alrededor de las 15:00 (hora local, 11:00 hora de México) las imágenes de las televisoras mostraban un verdadero desparramo de civiles armados, presuntos traficantes huyendo del lugar en busca de refugio en zonas aledañas. “Dimos un paso importante, pero no hay nada ganado”, subrayó el secretario de Seguridad del Estado de Río, José Beltrame. “Es importante arrestar personas, recoger drogas, es importante recoger munición. Pero es más importante sacarles el territorio” a los traficantes, afirmó.

“Mañana (viernes) tendremos otras acciones”, alertó. El funcionario advirtió que podría haber hasta trece pedidos de transferencia de traficantes presos en Río, sospechosos de ordenar los ataques, para prisiones de máxima seguridad de estados alejados. Algunas de las transferencias ya habrían sido realizadas. Beltrame advirtió que aparentemente dos grandes grupos de narcotraficantes rivales se habrían unido contra la política del gobierno estatal de recuperar territorios en manos de delincuentes. Esos grupos serían el añejo Comando Vermelho (CV) y el ADA (Amigos de los Amigos) que tiene buen poder de fuego y dominan las dos mayores favelas cariocas: la Rocinha (sur) y el Complejo del Alemán (norte).

Otro operativo desarrollado en paralelo por la Policía Civil (con menos poder de fuego que la Policía Militar) en la favela de Jacarezinho, también al norte, dejó siete muertos, que sumados a los 23 de los últimos cinco días, elevan a 30 el número de fallecidos, informó la policía. Además, unas 180 personas fueron detenidas y más de 60 vehículos fueron incendiados. Río de Janeiro, la llamada “ciudad maravillosa” quedó en estado de shock. Incluso en el centro y el sur de la ciudad, alejados de la zona norte, las calles se vaciaron de transeúntes, los trabajadores intentaban volver temprano a sus casas, las comunicaciones por las redes sociales se multiplicaban y en bares y restaurantes, el público se agolpaba delante de televisores especialmente dispuestos para seguir los acontecimientos.

En otras favelas ya pacificadas por la presencia policial, los policías estaban tensos frente a sus puestos de vigilancia, exhibiendo armas cortas y largas, ante el temor de que los criminales aprovechen la situación para intentar recuperar sus antiguas zonas de tráfico. Según las autoridades, el caos que estalló el domingo por la noche y que se tradujo en incendios de vehículos y ataques a puestos policiales, es una reacción a la instalación de Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en trece favelas de las cuales fueron expulsados los traficantes.

Violencia endémica

- Hace poco más de un año en la zona cercana al mítico estadio de Maracaná, una sede del Mundial de Futbol 2014, los traficantes derribaron un helicóptero policial y tres policías murieron. El aparato quedó reducido a cenizas.

- La violencia es un problema endémico en Río de Janeiro, donde cerca de dos millones de habitantes (aproximadamente un tercio de la población del municipio) viven en unas mil favelas. Para 2014 las autoridades quieren pacificar la zona

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