martes, 9 de noviembre de 2010

Incendia Marruecos poblado saharaui

MILENIO
El mexicano Antonio Velázquez se encontraba en el campamento de Gdaim Izik cuando las fuerzas públicas marroquíes expulsaron a 20 mil personas utilizando agua caliente y gases lacrimógenos.

Ciudad de México.- Cuatro personas, tres marroquíes y un saharaui, murieron ayer en la toma de un campamento por las fuerzas de seguridad de Marruecos cerca de El Aaiún, capital del Sahara Occidental ocupado, según indicaron el Frente Polisario y fuentes marroquíes.

El Frente Polisario anunció la muerte de un saharaui de 26 años y centenares de heridos.

Mientras en México, el embajador saharaui Ahmed Mulay dijo a MILENIO que la cifra de sus muertos podría llegar a 13, desde que se iniciaron los disturbios la mañana de ayer.

En Rabat, fuentes marroquíes dieron cuenta de la muerte de un gendarme y un policía, abatidos durante el asalto al campamento, y de un bombero en los incidentes de El Aaiún.

La intervención se inició sobre las 07H00 locales de ayer, cuando la fuerza pública marroquí irrumpió usando potentes cañones de agua caliente contra los habitantes del campamento.

El campamento fue instalado el 19 de octubre por unos 28 mil habitantes, según el Frente Polisario, que protestaban contra “el deterioro” de sus condiciones de vida y reclamaban “empleos y viviendas”. Entre ellos estaban varios activistas y observadores internacionales como el mexicano Antonio Velázquez.

Velázquez, sinaloense de 28 años, se encontraba ayer en el campamento de Gdaim Izik cuando “el ejército marroquí penetró en el interior quemando las jaimas (tiendas de nómadas saharauis), arremetiendo con gases lacrimógenos y agua caliente contra la población civil” según declaró, desde Barcelona a MILENIO, Airy Mejía, otro de los mexicanos de la asociación hispano-mexicana Resistencia Saharaui, compañero de Velázquez.

“Cuando fueron expulsados del campamento se formó una hilera de 20 mil personas en dirección a El Aaiún, donde se encontraron con la ofensiva de Marruecos, un enfrentamiento de tanques contra piedras”, lamentó Mejía que no pudo comunicarse con Velázquez hasta la tarde de ayer por el corte de las líneas telefónicas.

Estos acontecimientos sucedieron horas antes del inicio en Nueva York de la tercera sesión de negociaciones informales entre Marruecos y el Polisario sobre el futuro del Sahara Occidental, ex colonia española ocupada por Marruecos en 1975.

En las negociaciones, auspiciadas por las Naciones Unidas, participan Argelia, que acoge a 160 mil refugiados saharauis, y Mauritania, tercer actor en los Pactos de Madrid de 1975, en los que España cedió el territorio.

España, al día de hoy potencia administradora del territorio según la ONU, llamó ayer a la “contención y la calma” e insistió en que se celebre la reunión de negociaciones.

El Frente Polisario reclama la independencia a través de un referendo de autodeterminación como defienden todas las resoluciones de la ONU sobre el conflicto, mientras que Marruecos solo acepta una autonomía bajo su soberanía.

Por otro lado, las protestas no se hicieron esperar en España, donde el movimiento de solidaridad con el pueblo saharaui se ha ido haciendo más fuerte con el paso de los años. Coreando “¡marroquíes asesinos!”, “¡España cómplice!” y contra el “genocidio” cientos de personas se manifestaron ayer ante la embajada de Marruecos en Madrid.

A su vez, la activista saharaui Aminetu Haidar afirmó en Lisboa que “Marruecos quiere una guerra civil entre marroquíes y saharauis”, y llamó a la comunidad internacional “a presionar a Marruecos para que respete los derechos humanos de los saharauis”.

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