WASHINGTON, Estados Unidos, jun. 9, 2009.- Un total de 20 personas han sido hospitalizadas y tres están desaparecidas tras producirse una explosión en una planta procesadora de alimentos en la localidad estadounidense de Garner, en Carolina del Norte, informó este martes la policía local.
El sargento Joe Binns dijo al diario local News & Observer que las tareas de rescate aún estaban en marcha y que la policía estaba colaborando con equipos especializados para determinar las causas del accidente.
La explosión provocó el desplome del tejado del edificio y liberó una gran proporción de amoníaco en la atmósfera.
Una portavoz del hospital local confirmó que siete personas habían llegado a su sala de urgencias procedentes del edificio con afecciones que iban desde quemaduras hasta inhalación de humo, y que dos de ellas se encontraban en estado grave.
Además de los equipos de rescate, expertos en materiales peligrosos se encontraban en la escena para contener la expansión de los gases tóxicos, y las carreteras en un radio de 2 kilómetros a la redonda permanecían bloqueadas.
Jeff Mochal, portavoz de la cadena a la que pertenece la planta, Conagra, aseguró que la empresa había movilizado a un equipo para "garantizar la seguridad de los empleados" de la fábrica, que da trabajo a 900 personas en tres turnos.
La planta había recibido una advertencia en agosto de 2006 por no formar correctamente a los empleados respecto a los materiales peligrosos del lugar, según el Departamento de Trabajo de Carolina del Norte.
El sargento Joe Binns dijo al diario local News & Observer que las tareas de rescate aún estaban en marcha y que la policía estaba colaborando con equipos especializados para determinar las causas del accidente.
La explosión provocó el desplome del tejado del edificio y liberó una gran proporción de amoníaco en la atmósfera.
Una portavoz del hospital local confirmó que siete personas habían llegado a su sala de urgencias procedentes del edificio con afecciones que iban desde quemaduras hasta inhalación de humo, y que dos de ellas se encontraban en estado grave.
Además de los equipos de rescate, expertos en materiales peligrosos se encontraban en la escena para contener la expansión de los gases tóxicos, y las carreteras en un radio de 2 kilómetros a la redonda permanecían bloqueadas.
Jeff Mochal, portavoz de la cadena a la que pertenece la planta, Conagra, aseguró que la empresa había movilizado a un equipo para "garantizar la seguridad de los empleados" de la fábrica, que da trabajo a 900 personas en tres turnos.
La planta había recibido una advertencia en agosto de 2006 por no formar correctamente a los empleados respecto a los materiales peligrosos del lugar, según el Departamento de Trabajo de Carolina del Norte.
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