jueves, 28 de julio de 2011

Temen que Obama capitule

ELPUEBLO.COM

A unos cuantos días de que Estados Unidos posiblemente se vea obligado a declararse en suspensión de pagos y deslizarse por la pendiente de la ruina económica, todo indica que el presidente Barack Obama ha renunciado a su exigencia de poner fin a la exención fiscal que ha beneficiado a los más ricos desde 2004, con la esperanza de obtener a cambio el apoyo de los republicanos para elevar el techo de la deuda y realizar recortes presupuestarios por aproximadamente un billón de dólares en los próximos 10 años.

Aún sin conocerse los términos de un acuerdo bipartidista, que se mantiene en el limbo mientras se acerca el 2 de agosto, parece que Obama ha vuelto a capitular ante las presiones de los republicanos, como lo hizo hace un año, cuando decidió extender por dos años los recortes fiscales de la era Bush.

En medio de frenéticas negociaciones, toda mención a las exenciones fiscales ha desaparecido del lenguaje de la Casa Blanca, mientras el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, rechazaba la propuesta republicana y el líder de ese partido en la Cámara de Representantes, John Boehner, luchaba para conseguir un “cierre de filas” en torno a su iniciativa para un recorte de cerca de 917 mmdd, muy lejos de lo recomendado por la Oficina de Presupuesto en el Congreso.

El plan republicano no contempla ni los recortes propuestos por la Casa Blanca, ni el fin de las exenciones fiscales que le permitirían a la economía enjugar sus maltrechas arcas.

“Este es un refrito del plan fracasado que llevó a nuestra economía a la Gran Recesión en la administración Bush. El problema entonces y ahora es que socava las posibilidades de que el país tenga un futuro próspero”, dijo Heather Boushley, del Center For American Progress.

En su estrategia por arrancar al presidente el mayor número de concesiones, Boehner ha negado a los demócratas toda posibilidad de elevar impuestos a los más ricos y ha propuesto, en cambio, recortes en programas como Medicaid o Medicare. El plan fue rechazado ayer mismo por los demócratas en el Senado, por su carácter antisocial.

“La propuesta no recibiría un solo voto demócrata en el Senado, por ser meramente un gran beso para la derecha”, dijo Reid. Paralelamente, la propuesta de Boehner avanzaba entre el sector más radical de su partido que la considera demasiado tibia.

A última hora de ayer, Boehner intentaba un “cierre de filas” en torno a su plan, enfrentado incluso con los líderes del Tea Party, cuyos simpatizantes exigieron al Partido Republicano actuar sin contemplaciones para presentar un mayor recorte a los gastos del gobierno.

La presión de este movimiento llegó ayer a niveles de revuelta, luego de conocerse que varios integrantes del equipo de trabajo de algunos congresistas enviaron cientos de correos electrónicos a los activistas del Tea Party para pedirles que se movilizaran y ejercieran una mayor presión sobre Boehner.

En caso de que no haber acuerdo, EU caerá en la insolvencia, con terribles consecuencias: tasas de interés más altas para hipotecas y préstamos para la compra de vehículos, cancelación de pagos de Seguridad Social y desestabilización en los mercados financieros.

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