La ex modelo aseguró que Michelle Obama nunca dijo que vivir en la Casa Blanca y su trabajo en ella fuera el infierno, como lo asegura el libro "Carla et les ambitieux" ("Carla y los ambiciosos").
Nueva York.- La primera dama de Francia, Carla Bruni-Sarkozy, defendió hoy a Michelle Obama, y en una entrevista con CNN aseguró que su homóloga de Estados Unidos nunca dijo que vivir en la Casa Blanca y su trabajo en ella fuera el infierno.
En una entrevista con la cadena de televisión CNN, la ex modelo y esposa del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, aseguró que "desde luego que Michelle Obama nunca dijo algo semejante".
La cita sobre el comentario, al parecer nunca hecho por ella, procede del libro "Carla et les ambitieux" ("Carla y los ambiciosos"), una biografía escrita por los periodistas políticos Michaël Darmon e Yves Derai, a los que concedió varias horas de entrevistas para su elaboración.
La cita sobre el comentario, al parecer nunca hecho por ella, procede del libro "Carla et les ambitieux" ("Carla y los ambiciosos"), una biografía escrita por los periodistas políticos Michaël Darmon e Yves Derai, a los que concedió varias horas de entrevistas para su elaboración.
"Francamente, le digo que esa biografía no ha sido autorizada por mí, como tampoco lo está ningún otro libro sobre mí", agregó la ex modelo, que aparece en la entrevista vestida de negro y con el pelo recogido en una coleta, y que acompaña a su esposo durante las reuniones sobre el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Además de detallar la vida en El Elíseo de la antigua modelo y todavía cantante, los autores citan la respuesta que le dio Michelle Obama a Bruni sobre su estancia en la Casa Blanca y su trabajo como primera dama: "¡No pregunte! Es un verdadero infierno ¡No puedo soportarlo!", algo que posteriormente negó un portavoz oficial estadounidense.
En sus declaraciones a la CNN, Bruni, de 42 años, señaló que no había leído el libro y que tampoco pensaba adoptar medida legal alguna contra sus autores, pues ello les daría más publicidad.
En sus declaraciones a la CNN, Bruni, de 42 años, señaló que no había leído el libro y que tampoco pensaba adoptar medida legal alguna contra sus autores, pues ello les daría más publicidad.
"Francia es un país libre, en donde cada quien puede fantasear con sus sueños e imprimirlos", dijo la primera dama francesa, que aseguró que, además, como la "demócrata" que es, cree que "todo el mundo tiene derecho a decir y a escribir lo que quiera".
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