miércoles, 22 de septiembre de 2010

Senado de EU da revés a jóvenes migrantes


MILENIO
Washington.- El Senado de Estados Unidos bloqueó ayer la iniciativa de Ley de Defensa 2011, lo que ha impedido la votación de la llamada Dream Act, un proyecto de ley que contempla la legalización de cientos de miles de hijos de indocumentados, menores de 16 años, atrapados en un limbo legal desde que llegaron al país en compañía de sus padres.

También quedó bloqueada la medida para revocar la prohibición a que homosexuales sirvan en el Ejército con conocimiento público de su preferencia sexual. En medio de una intensa jornada de recriminaciones, la minoría republicana en el Congreso se aprovechó de la división en el seno de las filas demócratas para echar por tierra el debate y votación de la Dream Act, iniciativa que lleva bregando desde el 2001 con la esperanza de beneficiar a unos 2 millones de jóvenes indocumentados, quienes podrían obtener al ciudadanía si estudian o se integran al Ejército. Con 56 votos a favor y 43 en contra, los demócratas quedaron a sólo cuatro de los votos necesarios para impedir el bloqueo de una minoría encabezada por republicanos como John McCain, lo que frustró el debate y votación de una ley de gastos de defensa por 725.7 mmdd. En su táctica obstruccionista, la minoría republicana contó con el inapreciable apoyo de los senadores demócratas por Arkansas, Blanche L. Lincoln y Mark Pryor. La falta de unidad de los demócratas y el ánimo de los republicanos por arrebatar cualquier victoria a la administración Obama, a menos de dos meses de las intermedias, conspiraban para propinar un duro revés a las aspiraciones de miles de jóvenes indocumentados. La votación de ayer supone, además, una amarga derrota para los grupos defensores de los homosexuales que abogaban por la revocación de la ley “Don’t Ask, Don’t Tell” (No preguntes, no digas) en vigor desde hace 17 años y que ha suscitado, según sus detractores, el despido de unos 14 mil soldados homosexuales. Nada más conocer el fracaso de los demócratas, líderes defensores de los derechos de los inmigrantes repartieron culpas entre ambas formaciones políticas. “Más preocupado por su propio destino político, el Senado le ha fallado al pueblo estadounidense y le ha acertado un tiro de gravedad al destino y a los sueños de millones de estudiantes inmigrantes y sus familias”, dijo Angélica Salas, de la Coalición en Defensa de los Derechos Humanos de Los Angeles (CHIRLA). “El voto cobarde de algunos senadores temporalmente detiene las posibilidades de que el Dream Act se convierta en ley este año, pero aumenta nuestro compromiso de volver el próximo año y el siguiente”, añadió la activista. Los demócratas, por su parte, apuntaron contra los republicanos. “Hoy muchos jóvenes que aspiraban a servir a su país desde las fuerzas armadas o terminar su carrera para convertirse en ciudadanos productivos tendrán que posponer sus planes por culpa de la minoría republicana”, acusó el demócrata por Illinois, Dick Durbin, el copatrocinador de la iniciativa junto con el líder de la mayoría demócrata, Harry Reid. Se calcula que hay unos 60 mil jóvenes que cada año terminan sus estudios de preparatoria y ven frustradas sus esperanzas de ingresar a una universidad debido a su situación migratoria. En caso de ser aprobada la Dream Act, miles de estudiantes indocumentados podrían optar por ir a la universidad o ingresar a las fuerzas armadas; tras dos años, podrían obtener residencia permanente. Considerada como el “Plan B” en caso de un fracaso de la reforma migratoria, la Dream Act sucumbió en medio de un ambiente de frenesí electoralista, en el que las dudas de los demócratas y la cerrazón de los republicanos consiguieron posponer el debate de una iniciativa adherida a la Ley de Defensa 2011 con la esperanza de conseguir un voto forzado. Todo indica que el debate de esta iniciativa estará supeditado al resultado de las elecciones intermedias, donde la anunciada pérdida de la mayoría demócrata complicaría sus posibilidades de triunfo.

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